“Tiraba la sangre al inodoro y las jeringas a la basura", esas fueron las palabras que una enfermera danesa ocupó durante su confesión minutos antes de ser condenada a cuatro años de prisión por extraerle la sangre a su hijo menor de edad.

En Dinamarca una enfermera, cuya identidad no ha sido revelada, confesó que le había extraído al menos medio litro de sangre semanalmente a su hijo cuando este aún tenía entre uno y seis años de edad.

El fluido era sacado del cuerpo sin razón aparente hasta provocarle un cuadro clínico severo.

Cuando el niño nació fue diagnosticado con una enfermedad intestinal y de manera constante se le realizaban chequeos médicos y fue en una de esas ocasiones que los doctores notaron que le hacía falta mucha sangre por lo cual, comenzaron a investigar hasta determinar que la responsable de esto era su madre.

La cadena de noticia Rusia Today informó que la mujer fue arrestada en 2017 y luego confesó lo que había hecho.

"No es una decisión que tomé conscientemente. No sé cuándo comencé a hacer lo que no tenía derecho a hacer. Se dio gradualmente", relató la mujer.

La Corte de ese país determinó que la mujer sufre del trastorno mental conocido como síndrome de Münchhausen por poder, que se presenta cuando los adultos hacen enfermar a un niño para atraer atención a sí mismos.

La madre se presentaba en redes como alguien que se valía de sí misma y luchaba por su hijo enfermo. Aparte de la condena, la mujer recibió la prohibición de ejercer como enfermera.