Richard Anthony Jones pasó 17 años en prisión después de ser confundido con un criminal que es parecido a él, en el estado de Kansas, Estados Unidos.

Jones fue detenido en 1999 debido a que varios testigos lo reconocieron como el autor de un robo, a pesar de que se encontraba junto a su novia y a su familia.

Al hombre que nunca cometió el delito no le encontraron pruebas de ADN o huellas dactilares que demostraran que él hubiera estado en el lugar, pero las acusaciones de los testigos bastaron para que el juez lo condenara.

Tiempo después, unos reclusos lo confundieron con otro preso de nombre Ricky, quien no solo era igual físicamente, sino que hasta compartían un mismo apodo.

Al pasar 17 años, a Jones lo entrevistaron unos investigadores del Proyecto de Inocencia del Medio Oeste, el cual es un grupo que ayuda a presos injustamente condenados.

Los investigadores encontraron fotos de Ricky y se las mostraron a Jones. "Todas mis peticiones habían sido denegadas, era un duro camino, pero cuando vi la foto de mi doble, todo cobró sentido para mi", expresó.

Con la evidencia entregada al juez del distrito, Kevin Moriarty, este aceptó el pedido de una reapertura a juicio. 

Moriarty quedó asombrado del parecido de ambos hombres, y al revisar el caso, se dio cuenta de que los procedimientos que realizó la Policía 17 años atrás fueron mal hechos.

Inmediatamente, Jones fue puesto en libertad y el estado de Kansas le otorgó $1,100,000 como una compensación por la condena errónea de la que fue víctima.