Un joven ucraniano de 22 años fue condenado a dos años de cárcel tras propinarle una fuerte paliza a su novia, en Alicante, España.

El hecho sucedió cuando la víctima asistió a una cita con su novio, y al llegar al punto de encuentro fue recibida con puñetazos, patadas y la lanzó al suelo.

La jueza consideró que el autor cometió el delito de lesiones y le prohibió acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante tres años. Tampoco podrá comunicarse con ella por ningún medio durante este tiempo.

Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió un esguince cervical del que fue atendida un día después en un centro hospitalario donde dijo que se había caído por las escaleras.

La tesis de la caída accidental fue la mantenida por la defensa, a la que la jueza no concedió crédito y por ello el Juzgado de lo Penal número 6 de Alicante condenó al joven.

Ninguno de los involucrados declaró en la audiencia, sin embargo, la paliza fue recogida por las cámara de seguridad instaladas en el lugar, prueba a la que la magistrada dio toda la validez.

El acusado hizo uso de su derecho a decir la última palabra y atribuyó la agresión a “un arrebato de celos”. Esta afirmación “no permite excluir el dolor”, apuntó la juzgadora que le impuso dos años de cárcel tras valorar que carece de antecedentes penales y que nunca antes había delinquido.