La Fiscalía de Minnesota (Estados Unidos) ha acusado a una estudiante de 14 años de difundir pornografía infantil después de que enviara un selfi explícito a un compañero de clase, informa la rama local de la organización la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).

Esa adolescente compartió su fotografía con el chico que le gustaba a través la aplicación Snapchat y, posteriormente, ese joven reenvió la imagen a otros usuarios sin el permiso de la autora y protagonista.

"No soy un criminal por tomarme una selfie", dijo la acusada. "El sexting es común entre los adolescentes en mi escuela, y no debemos enfrentar cargos por hacerlo. No quiero que nadie más pase por lo que estoy pasando", agregó. 

Los representantes de la ACLU apoyan a la menor porque estiman que acusar a la propia víctima de difundir pornografía infantil reulta "ilógico", pero el caso se dificulta porque las leyes del estado de Minnesota no diferencian entre esas dos actividades.

"Lo que mi hija atravesó en la escuela con los otros estudiantes fue realmente duro, y cuando descubrimos que ella también enfrentaba cargos criminales, mi primer pensamiento fue: '¿Por qué estamos victimizando a la víctima?", dijo el padre de la joven acusada. 

Si la acusada resulta culpable, quedará registrada como delincuente sexual durante los próximos 10 años.