Una niña de 11 años fue violada en múltiples ocasiones por esposo de su abuela y fue forzada a dar a luz luego de que en la provincia de Tucumán, en Argentina nadie quisiera interrumpirle el embarazo en un país en donde el aborto es legal siempre y cuando sea producto de una violación.

De a cuerdo con lo consignado por Univisión, dos doctores privados conocieron el caso cuando la niña llegó con 16 semanas de embarazo y determinaron que era peligroso que el feto se siguiera desarrollando por lo que a la semana 23 le realizaron una cesárea.

Los problemas legales en la provincia evitaron que la niña pudiera evitar y cuando todo se solucionó, el personal del nosocomio declaró objeción, figura legal a la que pueden recurrir todos los profesionales de la salud para no practicar un aborto. Con el paso de las semanas, los doctores del caso determinaron que por el tiempo que había transcurrido ya no era viable un aborto.

La ginecóloga privada contactada por la familia y su esposo relataron a la cadena internacional que los problemas previos los siguieron hasta el momento de realizar el parto.  "Nos quedamos sin personal de quirófano, sin enfermeras, sin anestesistas, sin instrumentista. Entonces tuvo que venir una anestesista de otro hospital, y yo decidí instrumentar".

El caso estuvo en el centro de la polémica en un país donde el aborto es legal siempre y cuando sea producto de "una violación o riesgo de vida para la madre", que según los especialistas en la salud se cumplieron en el caso pero no fueron aplicados y obligaron a la niña a sufrir una vez más.