Una niña de 3 años murió de un infarto después de haber consumido la cocaína que su padre guardaba en casa, en una tragedia que tuvo lugar en el Reino Unido.

Los hechos ocurrieron en abril, pero fue hasta esta semana en que el juez de la causa dio los detalles, según una publicación del rotativo inglés The Sun.

Las investigaciones determinaron que el 6 de abril la niña, identificada únicamente como “K”, fue ingresada de emergencia en un hospital de Londres bajo sospechas de sepsis o meningitis y a las pocas horas murió.

La autopsia que se le practicó a la menor reveló que tenía rastros de cocaína en la sangre, por lo que se inició una investigación contra los padres.

El juez indicó en el juicio que el progenitor de la niña había llevado la droga a la casa y que la dejó “descuidada” en algún lugar al que la niña tuvo acceso.

“Mi conclusión de que fue la droga del padre la que se dejó descuidadamente en la casa de la madre y allí la ingirió K, es donde en última instancia reside la responsabilidad”, dijo el juez y recogió The Sun.

La mamá de la víctima también se llevó una reprimenda ya que el juzgador señaló que la madre sabía que su esposo llevaba cocaína a la casa.

“Parece más probable que hiciera la vista gorda o se convenciera de que se estaban tomando las precauciones necesarias para proteger a los niños. Esto fue para engañarse a sí misma”.

Ambos padres trataron de culpase entre sí del descuido que le terminó costando la vida a la pequeña, por lo que se les quitó la custodia de sus otros cuatro hijos, quienes permanecen bajo el cuidado de servicio social.

“Si alguna vez hubo una lección de los peligros del uso indebido de drogas, esta la brinda. Tengo pocas dudas de que los adultos, los jóvenes y los niños seguirán muriendo por la ingestión deliberada e inadvertida de drogas ilícitas”, fue el mensaje final del juez del caso.