Las lluvias que afectan el estado de Texas, en Estados Unidos, han tocado a varias familias salvadoreñas que actualmente viven en zozobra ante un pronóstico que indica que falta lo peor de las inundaciones provocadas por Harvey.

Desde que el huracán tocó tierra el viernes pasado, los estragos se cuentan por miles. Casas anegadas, calles cerradas, personas atrapadas y millones de dólares en pérdidas.

Algunas familias salvadoreñas han tenido que vivir la que se considera la peor catástrofe natural en Estados Unidos en mucho tiempo. Maricela Marentes es una de esas compatriotas que ha tenido que refugiarse en su casa, donde además han dado resguardo a otros familiares que ya se vieron afectados por las inundaciones.

"Por donde vivo, aunque estamos a dos millas del lago de Houston, gracias a Dios no se han inundado las casas y todavía tenemos energía eléctrica. No hemos salido y tenemos suficiente comida", contó a este Diario.

Sin embargo, la familia de la novia de su hijo sí se ha visto afectada, "se les metió el agua a la casa y llegaron con nosotros anoche para estar seguros".

Marentes mencionó con estupor que en casi 14 años que lleva viviendo en el condado de Harris, Texas, "nunca había visto tantas casas bajo el agua".

A la espera de evacuar

Esta salvadoreña con su familia relata que "todas las carreteras principales están intransitables", lo que hace imposible que las personas puedan salir al menos para abastecerse de alimentos y productos básicos. Actualmente, están sobreviviendo con lo que adquirieron antes de la emergencia.

El problema es que, según los noticieros locales, las autoridades planean abrir las compuertas del lago debido a las grandes cantidades de agua acumuladas, "y si eso pasa va haber más casas bajo el agua".

Marentes explicó que su familia está a la espera que las lluvias cesen para poder evacuar y estar más tranquilos en otro lugar. "Si la tormenta sale al mar y vuelve a tierra por Houston, como predicen, vamos a tratar de salir". De momento, lo importante para estos compatriotas es estar a salvo y esperar que Harvey se vaya para comenzar a reconstruir sus vidas.