Debido a que agredió sexualmente a su nieta de cinco años de edad, Carlos N. fue procesado judicialmente en los Tribunales de Sentencia y condenado por segunda ocasión. Esta vez, a ocho años de prisión y al pago de $500 en concepto de responsabilidad civil.

De acuerdo a la Unidad de Delitos Relativos a la Niñez, Adolescencia y la Mujer  de la oficina fiscal de Soyapango, el imputado cometió el delito en horas de la noche del 28 de octubre de 2016, aprovechando que la menor de edad estaba sola en la habitación donde ella duerme.

Según los relatos, la niña decidió ir a dormir a una de las habitaciones de la vivienda donde reside, situada en una colonia de la jurisdicción de Soyapango, su abuelo aprovechó esa acción para acercarse a ella y tocarle sus partes íntimas.

Tras ello, la víctima lloró y con un grito llamó a su mamá, por lo que el imputado se retiró del cuarto, pero antes le pidió a la menor que no le dijera a nadie lo que había hecho, por lo que cuando la progenitora de la niña llegó esta se quedó callada.

Ante a las insistentes preguntas de su madre, la víctima le respondió que el abuelo Carlos la había tocado. Posteriormente, la mamá llamó al Sistema de Emergencias 911, de la Policía Nacional Civil (PNC), para dar aviso de lo ocurrido. Los agentes policiales lograron capturar en flagrancia al imputado.

El anciano ya había sido condenado en una primera ocasión, pero su abogado defensor presentó un recurso de apelación, por lo que una de las Cámaras de lo Penal declaró nula la audiencia de vista pública, por ende el fallo interpuesto en ese momento.

Sin embargo, ahora volverá a prisión tras la nueva condena.