Confesó que le fracturó los brazos a su pareja por perder un pollo, pero no irá a la cárcel
El Instituto de Medicina Legal dictaminó que la víctima tenía las fracturas en sus huesos producto de las agresiones, además de múltiples cicatrices y golpes en el rostro, pecho y espalda producto de otras ocasiones de violencia.
Un pleito que se originó por la falta de un pollo en el corral provocó la ira de Antolín Argueta, quien enfurecido le reprochó a su mujer al punto de golpearla con objetos contundentes hasta provocarle fracturas en los brazos. El hombre confesó su responsabilidad en la golpiza, pero a pesar de ello no irá a la cárcel y solo recibirá un castigo mínimo.
Bajo un procedimiento abreviado, el Tribunal 3° de Sentencia de San Salvador impuso a Argueta un año de prisión con reemplazo a la pena, es decir que hará trabajos de utilidad pública para subsanar el daño que le provocó a la mujer con la que compartía casa. El hombre fue juzgado por el delito de lesiones agravadas y amenazas.
El procedimiento abreviado fue autorizado por la jueza a petición de las partes, y en este el imputado acepta y confiesa los hechos por los que se le acusa a cambio de una reducción en la pena.
El pasado 22 de febrero, el Juzgado 5° de Instrucción ordenó que Argueta, de 61 años, fuera acusado de lesionar a su pareja sentimental, de 42.
Según los informes de la Fiscalía General de la República (FGR), los hechos ocurrieron el 19 de septiembre de 2010, en el barrio San Jacinto. Ese día, el sujeto tuvo un arranque de celos y le reclamó porque ella supuestamente había dejado escapar un pollo que criaban en la casa y no contento con eso, la acusó de habérselo dado a un amante.
La ofendida detalló en la vista pública que al observar molesto a su pareja le dijo que el ave estaba adentro de la casa, pero Argueta la comenzó a insultar y a golpear con un corvo, con patadas y luego tomó una barra de hierro con la intención de pegarle en la cabeza, pero ella logró poner sus brazos para protegerse; del impacto, resultó con fracturas en los brazos.
Durante tres días que estuvo bajo llave, la mujer pasó en el interior de la vivienda y no pudo acudir a un centro asistencial a pesar de la gravedad de las lesiones. La afectada logró salir de la casa hasta que llegó uno de sus hijos y una sobrina, a quienes relató lo ocurrido.
Dos meses después, el 22 de noviembre de 2010, el Instituto de Medicina Legal (IML) dictaminó que la víctima tenía las fracturas en sus huesos producto de las agresiones, además de múltiples cicatrices y otros golpes en el rostro, pecho y espalda, todos provocados por otras agresiones.
A pesar de haber confesado el hecho, Antolín Argueta solo recibió un año de cárcel que será sustituido por trabajos de bien público.