Diversos problemas hicieron que una pareja rompieran sus lazos sentimentales y a consecuencia de ello, Flor (nombre cambiado para proteger a la víctima), la hija de ambos, quedó a cargo de José, su padre. Sin imaginarse que esto traería una tragedia a la familia. 

Debido a las labores de José, la niña se mantenía bajo el cuido de su abuelo paterno, Efraín Pérez, un escritor y pintor de 68 años de edad.

En varios de esos días en que Pérez era el responsable de velar por la niña de siete años de edad cometió un delito por el que luego fue detenido por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), tras una denuncia interpuesta: agresión sexual en contra de su nieta.

Según lo relatado por la menor de edad en cámara Gesell, Pérez, su abuelo le tocaba sus partes íntimas e incluso hubo ocasiones en que él se desnudaba y le trataba de quitar la vestimenta a ella, pero esta no se dejaba.

Flor le relataba a José lo que ocurría con su abuelo, pero este no le creyó y de paso le ofrecía castigarla si continuaba con esa farsa.

Un día, Flor se enfermó y fue cuando su madre llegó a visitarla para saber cómo se encontraba de su salud. Esa fue la oportunidad que la niña tuvo para relatarle a ella sobre las agresiones sexuales de las que era víctima.

Al escuchar la versión de la niña, la mujer no esperó más e interpuso una denuncia en contra de su exsuegro, con quien había tenido problemas desde que inició la relación con José.

La condena del anciano

El escritor fue detenido en diciembre de 2017 y fue enviado a una de las celdas del centro penal La Esperanza, conocido como Mariona, mientras se desarrollaba el caso judicial en su contra, luego de haber sido acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de agresiones sexuales en menor e incapaz.

Luego de una audiencia de vista pública desarrollada por el Tribunal 3° de Sentencia de San Salvador, Pérez fue condenado a ocho años de prisión, por lo que continuará detenido en ese centro penitenciario. 

De acuerdo a los abogados defensores, el imputado padece de diversas enfermedades adquiridas por su permanencia en la cárcel, entre ellas raquitismo, desnutrición y diabetes.