Tres semanas bastaron para que una empleada doméstica agrediera sexualmente a una niña de tres años, tras haber llegado a San Salvador desde San Vicente a trabajar como tal en una residencia.

María (nombre cambiado por protección), la madre de la víctima, decidió buscar apoyo para el cuido de la menor de edad, debido a que durante la semana ella labora desde tempranas horas y finaliza sus actividades hasta tarde, por lo que contactó a una empresa privada que ofrece las recomendaciones de empleadas domésticas.

En ese momento, Sabina L., una mujer de 38 años de edad, fue la elegida para que se presentara a la vivienda de María, en la primera semana de noviembre de 2015. Todo porque el horario laboral de ella le consumía la mayor parte de convivencia con su hija, pues de lunes a viernes ingresaba a las 6:30 de la mañana y retornaba a la casa a las 7:30 de la noche.

A los 21 días, María decidió despedir a Sabina por irresponsable, luego de que esta le notificara hasta las 6:00 de la tarde del domingo que aún se encontraba en San Vicente y que regresaría hasta el martes.

“No es a un perro al que usted debe de cuidar”, comentó con disgusto María, tras decirle que era mejor que no regresara.

El tiempo pasó y el problema de la agresión sexual salió a la luz en enero de 2016, fecha en que María fue notificada por su propia madre -es decir por la abuela de la víctima- cuando le comentó que la niña tenía un comportamiento extraño, ajeno a su edad: se tocaba su parte íntima.

Una de las profesoras del kínder a donde asistía la víctima también le hizo una serie de observaciones sobre el comportamiento de la misma. Tanto que intentó besar la boca de otro menor de edad.

En marzo de ese mismo año, la nueva empleada doméstica reafirmó lo advertido tras observar que la niña realizaba acciones no adecuadas de tipo sexual.

El proceso

María quedó perturbada, por lo que por consejos de un médico ginecólogo decidió llevar a la menor de edad a una psicóloga de un hospital privado para verificar qué ocurría.

Tras un proceso, la especialista confirmó que sí había sido agredida por parte de Sabina y en múltiples ocasiones por palabras emitidas por la misma víctima.

El 26 de abril de 2016, la madre de la niña interpuso la denuncia en la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de Sabina, pues la menor la señaló como la mujer que le tocaba sus partes íntimas y le besaba tanto ojos como su boca.

El peritaje psicológico forense, mismo que según declararon los mismos profesionales del Instituto de Medicina Legal (IML), no es factible por la edad de la víctima por no tener desarrolladas las habilidades cognitivas, es decir que no tiene suficiente aprendizaje para responder sobre un hecho.

Pese a ello, la niña mencionó el hecho: “La Sabina me besó y ella es mala”. Además, explicó que tocaba sus partes genitales cuando la vestía o cuando “se portaba mal”.

Ante esto, la mujer fue detenida y guarda prisión en el Centro de Readaptación para Mujeres de Ilopango (Cárcel de Mujeres), en Ilopango desde el 12 de julio de este 2017, luego de que el Juzgado 4° de Paz conociera el caso.

El próximo 8 de noviembre, la empleada doméstica sabrá su estado jurídico, luego de que el Tribunal 3° de Sentencia desarrolle la vista pública en su contra.