Amenazas de pandilleros obligaron a huir a hombre al que coyote terminó ofreciéndole $500 para viajar solo a Estados Unidos
En el tercer intento el traficante de personas, cansado de los reproches de su cliente, le ofreció $500 para que probara suerte él solo e intentara llegar a Estados Unidos.
Un hombre que intentaba huir de las pandillas terminó encarcelado por tres meses y sin dinero luego de confiarse de un “coyote” que trató de llevarlo a Estados Unidos en tres ocasiones sin éxito. En la última ocasión este le ofreció $15 dólares para regresar a El Salvador 0 $500 para que solo intentara cumplir el "Sueño Americano".
A Santiago (identidad modificada por cuestiones de seguridad) la vida le cambió drásticamente cuando tuvo que huir de su colonia debido a constantes amenazas de las pandillas, Estados Unidos fue el destino que seleccionó y para ello se contactó con José P., un "coyote" con 20 años en el negocio y del que escuchó llegó a ser candidato para una alcaldía en México.
A mediados de agosto de 2013, La familia temía que los delincuentes cumplieran sus amenazas y decidieron reunir el dinero solicitado para sacar del país a Santiago. No obstante para la tarifa fijada en $7,000 era muy alta para ellos que en efectivo solo tenían $1,000 y un carro que fue valorado en $2,000.
Lo recolectado por la víctima era lo requerido para iniciar el viaje, que según José era seguro y especial ya que le aseguró que en el trayecto no iba a tener que caminar y tendría comida gratis, buses y hoteles cómodos
“Si no llegas a Estados Unidos, tienes cuatro oportunidades y si no te regreso el dinero”, le explicó el imputado a su "cliente" mientras cerraba el trato que señalaba que una vez en tierras estadounidenses este tendría que pagarle los $4,000 restantes.
El primer intento de Santiago estaba previsto iniciar el 9 de septiembre, por ello, tres días antes José y Santiago se reunieron en un centro comercial de San Salvador para entregarle el primer adelantado de la paga “con esto no vas a tener problemas en el camino”, le señaló el guía.
Junto al “coyote” estaba su esposa que se encargó de contar cada uno de los billetes. Dos días después se volvieron a ver pero esta vez para hacer el traspaso del vehículo y la compra de los boletos para Guatemala.
Todo estaba listo para su partida, el punto de partida era un hotel de Santa Ana donde se quedaría una noche para al día siguiente partir a Guatemala junto a otras dos personas. “Cuando lleguen a la aduana tienen que decir que van a la Zona 8 de Guatemala”, fue la última indicación que les dio José.
Capturado al entrar a Estados Unidos
Un sándwich y un refresco artificial de $0.25 fue el desayuno que Santiago recibió cuando iba en un taxi en el que lo transportaron hasta la terminal para abordar el bus que los llevaba a Guatemala, país que pasaron sin ningún problema.
El viaje llegó hasta Reynosa, una de las zonas fronterizas entre México y Estados Unidos. Ahí permanecieron un par de días encerrados en una bodega esperando que la frontera no estuviera custodiada y poder pasar.
Durante ese tiempo, el hombre logró comunicarse con su hermana quien le explicó José le estaba cobrando $200 más pero Santiago le advirtió molesto que no debía de darle más dinero del acordado.
La noche que decidieron cruzar, el grupo llegó hasta un alto y abundante pasto a unos cuanto metros del río Grande, un serpenteante manto de agua que separa a los naciones y que es conocido por los cientos de migrantes que lo cruzan diariamente.
Cruzar para Santiago fue fácil pero el resto de sus compañeros no corrieron con la misma suerte ya que el cansancio no los dejó cruzar. Pero su fortuna acabaría cuando una vez que un oficial migratorio le pusiera las esposas y lo llevara hasta la cárcel donde estuvo detenido por tres meses.
Los otros intentos
“Cuando regresé al país, le llamé a José en repetidas ocasiones pero solo mentiras me decía. Incluso me ofreció llevarme por segunda vez y acepté porque él decía que no tenía dinero”, comentó la víctima.
El 25 de mayo del 2014, emprendió el segundo viaje la ruta era la misma y su final similar ya que Santiago fue capturado cuando se encontraba en la zona de Tapachula, al sur de México. desde la que fue repatriado al país.
Frustrado y sin saber qué hacer, volvió a exigir el dinero entregado por el viaje ya que sus familiares en Estados Unidos le estaban cobrando. La respuesta fue la misma de parte del “coyote”: un nuevo viaje.
El tercer intento fue el peor de todos, ya que cuando iban cruzando la frontera de Guatemala repentinamente el coyote se justificó con que “no se iba poder llevarme porque las cosas estaba peligrosas”, recordó Santiago.
Su termómetro de paciencia estalló cuando José le presentó dos opciones: $15 para regresar a El Salvador o $500 para irse solo hasta territorio estadunidense.
“Yo no quise, no conocía el camino a pesar de haber viajado dos veces. No tenía ni un centavo en los bolsillos”, dijo con frustración quien optó por retornar a la tierra donde seguía amenazado.
Sus familiares le aconsejaron que le volviera a llamar para exigirle el dinero pero José nunca apareció por lo que interpuso una denuncia el 17 de octubre de 2014 pero fue hasta el 28 de agosto del 2018 que las autoridades policiales dieron con el paradero del hombre a quien se le atribuye el delito de tráfico ilegal de personas.
Ahora el imputado espera el juicio en su contra que será celebrado por el tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador.