Un hombre fue capturado por los custodios del Centro Preventivo y Cumplimiento de Penas de Apanteos, en Santa Ana, cuando trató de introducir baterías para teléfonos celulares y un encendedor al recinto. El sujeto confesó que lo hizo voluntariamente como un favor para “los muchachos”.

Se trata de Felipe Neris Durán González, de 40 años, quien es acusado del delito de tráfico de objetos prohibidos en centros penitenciarios.

Según fuentes judiciales, el pasado 26 de abril, Durán González había llegado al penal de Apanteos, proveniente de las bartolinas policiales de 911, por lo que fue sometido a una revisión de rutina.

Los custodios del penal le pasaron el escáner por todo el cuerpo y vieron que la máquina se activó, fue cuando al hombre le encontraron un paquete que contenía ocho baterías para celulares y un encendedor, todo envuelto es un plástico y en cinta aislante. Ahí mismo fue arrestado.

Cuando fue llevado a los tribunales, González pidió que se le aplicara la figura del procedimiento abreviado, que lo beneficia con reducir su pena a cambio de confesar los delitos por los cuales fue detenido.

En su confesión, de acuerdo con la Fiscalía, dijo que “unos muchachos” le pidieron hacerlo y que él voluntariamente aceptó y por eso intentó introducir los objetos al centro penal.

Luego de la confesión, el Tribunal 2º de Sentencia de Santa Ana lo declaró culpable de tráfico de objetos en penales y lo condenó a tres años de cárcel, los cuales fueron cambiados por trabajo de utilidad pública.

Durán González deberá completar 144 jornadas de trabajo, de ocho horas cada una, y el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria será el encargado de constatar las actividades en las que participó.