Juez deja en libertad a empleada de ANDA que fue encontrada con trastorno de pedofilia, tras ser llevada a juicio por besar a una menor
Si bien es cierto se cuestiona el hecho por tratarse de una menor de edad, no consumaron un acto de agresión sexual, por lo que la esfera de protección de derecho penal no abarca esta situación.
Dinora A., una mujer de 50 años de edad, quien labora desde hace más de 25 años en una de las unidades de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) logró recobrar su libertad absolutoria, luego de que fuera procesada por el delito de agresiones sexuales supuestamente cometido contra Beatriz (nombre cambiado por protección a la víctima), una joven de 14 años de edad.
El juez del Tribunal 6° de Sentencia indicó que la mujer saldría libre debido a que fue la menor de edad –ahora de 17 años- declaró en cámara Gesell que quien insistía en sostener una relación con Dinora era ella. Además, indicó que lo único que hicieron fue besarse y que no hubo tocamientos en sus partes íntimas.
Si bien es cierto se cuestiona el hecho por tratarse de una menor de edad, no consumaron un acto de agresión sexual (delito por el que era acusada la empleada de la autónoma), por lo que la esfera de protección de derecho penal no abarca el hecho de que se hayan dado solo un beso.
De acuerdo al expediente judicial, en el peritaje psiquiátrico ejecutado por el Instituto de Medicina Legal (IML), Dinora presenta indicadores de un trastorno de pedofilia, es decir que posee un interés sexual por los niños. Sin embargo, eso no le valió al juez para encontrarla culpable de agresión sexual.
El 10 de febrero de 2015, la niña realizó una llamada telefónica a la empleada de la ANDA para consultarle si “quería andar con ella” y esta última respondió con un “sí”.
“Comenzamos a tener más cercanía y yo me sentí muy atraída por ella”, confesó la menor, luego de ser evaluada psicológicamente por profesionales del IML, según plasma el expediente jurídico.
Beatriz le contó sobre su noviazgo a una de sus primas y esta se molestó, por lo que se dirigió hacia su tía Amanda (nombre cambiado por protección) para poner la queja, por lo que una tía de la joven descubrió que lo relatado era cierto al encontrar en una conversación en Facebook que Dinora y Beatriz compartían mensajes que contemplaban besos, corazones y frases de amor.
“Nos abrazamos y nos besamos en unas cinco veces, pero no hicimos nada más”, explicó la menor a su pariente, lo que la impulsó interponer una denuncia ante la Policía Nacional Civil (PNC), el 24 de septiembre de 2015.
Tres meses después, Dinora fue detenida y llevada hacia las bartolinas de la delegación de Cuscatancingo, en donde pasó tres días interna.
Tras conocer el proceso, el Juzgado de Paz de Cuscatancingo le extendió a Dinora medidas sustitutivas a la detención por tres meses. Luego, el caso fue trasladado hacia el Juzgado de Instrucción de Ciudad Delgado el 22 de abril de 2016, en donde la sobreseyeron por un año y sin las medidas. Sin embargo, tras la apelación de la Fiscalía General de la República (FGR) el caso fue reabierto.
“La niña se enamoró de mí, me alejé de ella, pero me seguía buscando”, confesó la acusada en el juicio.
Por este hecho, ahora la mujer queda en libertad y absuelta de todos los cargos.