Pandilleros le queman el negocio a un hombre en venganza porque un perro impidió que lo mataran

Los primeros días de abril de 2016, un grupo de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) realizaron un patrullaje en el barrio San Jacinto, al Sur de San Salvador. Haber presenciado este hecho y estar en el lugar y a la hora equivocada le valió a un comerciante para perderlo todo. 

Durante esa actividad, uno de los miembros de la institución de seguridad pública logró detener a un pandillero de la MS, quien se identificó como Óscar Armando Serrano, alias “Telule”.

Esto lo logró observar el dueño de un negocio de electrodomésticos y muebles, ahora denominado como “Job” debido a que se encuentra bajo el régimen de protección de víctimas y testigos, según consta en el expediente judicial por este caso.

“Job” escuchó el nombre del sujeto, pues la detención ocurrió frente a su sitio de comercio. Seis meses después, precisamente a las 2:25 de la tarde del 11 de octubre de ese 2016, “Telule” llegó al negocio.

Minutos antes, la víctima había visto en la zona al pandillero, junto a otros tres más: Óscar Castellanos, un sujeto de 21 años de edad conocido como “Gorila”; Walter Mendoza Beltran, de 21 años y con el alias “Baysi”; y Daniel Alexander Rodríguez, de 19 años de edad y conocido como “Moronguita”.

“Esto es lo que le sucede a los que son informantes de la Policía”, dijo “Telule” al comerciante, mientras desenfundaba un arma de fuego que portaba en la cintura.

El sujeto le apuntó a la víctima y al ver esa acción esta tomó un envase de gaseosa para golpear al pandillero.

Tras recibir el impacto con el objeto de vidrio, “Telule” presionó el gatillo del arma, pero esta no se disparó. Nuevamente, el atacante intentó cargar la pistola, pero estaba encasquillada. Ante esto, el hombre ingresó al local para golpear al comerciante con la cacha. Lo hizo en varias ocasiones hasta que el perro de “Job” le ladró y se le abalanzó para morderlo.

El pandillero huyó, los vecinos llamaron a la Policía y auxiliaron al afectado. Por las lesiones graves que recibió, “Job” fue trasladado hacia un centro asistencial, por lo que este retornó a su vivienda, situada en un condominio de San Jacinto, en horas de la madrugada del 12 de octubre.

El incendio que acabó con su negocio

La tarde del 12 de octubre, “Job” reposaba en su departamento para curar las lesiones. Se encontraba analizando lo que le había ocurrido el día anterior cuando escuchó una detonación y sintió un olor a gasolina.

Al salir de su vivienda observó que su negocio se encontraba en llamas, así como su vehículo. El fuego había sido provocado por una menor de edad a la que identificaron como “La Sicaria”, por “Telule” y por el pandillero conocido como “Gorila”.

Las pérdidas fueron valoradas en un total de $16,920, pues todo lo que “Job” comercializaba fue consumido por el incendio.

Tras el percance y rodeado por el temor, la víctima decidió marcharse del condominio por tres días, por lo que retornó a eso de las 4:00 de la tarde del día 15 de octubre. Para su sorpresa, encontró un papel que había sido metido por debajo de la puerta.

“Nosotros, los pandilleros de la MS que controlamos el barrio San Jacinto, no queremos que ninguna persona que habita en estos condominios ande hablando con la Policía, así que necesitamos que se retiren”, fue la amenaza que recibió.

Pero las palabras que le recordó la pérdida de su negocio fueron: “Nosotros somos fuego y si juegan con fuego se van a quemar”.

Debido al temor, varias familias estaban desalojando los condominios y esto le dio más valor a “Job” para interponer la denuncia en la policía. El proceso jurídico inició en el Juzgado 11° de Paz.

Los pandilleros antes mencionados fueron detenidos, pero el caso fue individualizado por lo que el Tribunal 3° de Sentencia procesa a “Telule” por el delito de homicidio agravado tentado. El próximo 19 de septiembre se realizará la audiencia de vista pública en su contra, luego de que fuera aplazada en el mes de julio.