El policía Miguel Z., de 29 años, llegó acompañado de un hombre a la vivienda de una mujer el 3 de marzo de 2019 en Ahuachapán. En el lugar, el agente amenazó a la mujer con su arma de equipo policial y después hizo disparos al aire... uno de esos impactó a su acompañante, quien murió al instante.

Miguel fue detenido por la Policía Nacional Civil (PNC) y el caso fue ingresado en el Juzgado Especializado de Sentencia por homicidio simple y feminicidio imperfecto agravado, así como disparos en arma de fuego al aire.

No obstante, en el juicio no se pudo probar que la intención del imputado fuera asesinar a las víctimas, sino que realizó una acción negligente e imprudente al hacer los disparos con su arma de equipo y fue por eso que se hizo el cambio del delito.

Durante la vista pública, realizada el viernes 17 de enero, el Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de Santa Ana, lo encontró culpable de los  delitos de amenazas con agravación especial y homicidio culposo en perjuicio de la mujer y el hombre asesinado de manera accidental.

La condena que recibió Miguel fue de tres años de cárcel por amenazas, y un año por homicidio no intencional, haciendo un total de cuatro años de prisión.

El juez le impuso la condena le aplicó el artículo 70 del Código Penal, que estipula que se aplicará una pena por el delito más grave aumentada hasta en una tercera parte.

Las amenazas con agravación especial tienen una pena que va de tres a seis años; mientras que el homicidio culposo va de dos a cuatro años de cárcel.

Fue por eso que al agente se le impuso la pena antes descrita, pero sin conceder ningún tipo de beneficio extraordinario.