El fiscal general Raúl Melara juramentó esta mañana al abogado Allan Edward Hernández Portillo como fiscal adjunto, quien laboró durante más de 20 años en la Fiscalía General de la República (FGR) hasta que presentó su renuncia en 2017.

En ese momento, Hernández aseguró que su retiro se debía a una nueva oportunidad laboral, pero que su trayectoria dentro de la FGR la había realizado apegado la Constitución y a las leyes de la República.

Hernández Portillo laboró como director de Unidades Especializadas de la FGR en el 2016, ascenso que se le otorgó durante la gestión del ex fiscal Douglas Meléndez a finales de enero de ese mismo año.

Además, trabajó como fiscal Antinarcóticos y de Antisecuestros, fue coordinador de la Unidad Especializada contra el Crimen Organizado, fiscal de medio ambiente, jefe la oficina fiscal de Santa Tecla y otros puestos.

El nombrado fiscal general adjunto dirigió la investigación de trata de menores en la que se capturó a Maximiliano González, conocido como el gordo Max, y el empresario José Denis Ernesto Regalado, quienes estuvieron en el penal La Esperanza y luego fueron absueltos.

También trabajó en las investigaciones del “caso conexiones”, en donde pandilleros, exjueces, abogados y exempleados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) formaban una estructura para favorecer a los imputados.