“En la ASI estamos convencidos que debemos promover los buenos ejemplos, las historias de éxito, para motivar a los jóvenes no sólo a buscar empleo, sino a ser emprendedores, porque sólo los emprendedores generan riqueza y oportunidades para otros, dijo el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales, Javier Simán, en la entrega del PREMIO ASI 2017, el máximo galardón que entrega la Industria  al aporte de las empresas al desarrollo económico y social de El Salvador, en el marco del Día Nacional de la Industria.

El presidente de la gremial señaló que desde la ASI, los industriales promueven políticas públicas para  crecer como industria y generar más oportunidades de trabajo.  Sin embargo, señaló que, a pesar de los esfuerzos,  el principal problema es la falta de un clima de confianza y optimismo que permitan a los salvadoreños arriesgarse para emprender un negocio. “No se puede generar confianza y esperar más inversión acosando y atacando precisamente a los que invertimos y generamos los empleos”, reiteró.

Javier Simán  enfatizó  que “nuestro faro de luz debe ser aquellas naciones prósperas donde sus ciudadanos vivan dignamente, en libertad y en democracia. Nuestro faro de luz lo debemos definir nosotros los salvadoreños. No podemos permitir que los gobiernos de turno insistan en llevarnos por un rumbo equivocado. Olvidan que ellos no tienen más poder que el que los salvadoreños les otorgamos”, expresó,  y al mismo tiempo recordó que es importante que desde la sociedad civil se siga promoviendo la participación ciudadana en las diferentes instancias públicas y políticas. 

Por otro lado, el presidente de la gremial hizo un llamado al gobierno del FMLN y los partidos políticos a dejar de lado las diferencias, las discusiones y ataques mediáticos enfocados únicamente en lograr ventajas electorales,  porque  con ello se mantienen totalmente desconectados de la realidad y de las necesidades de los salvadoreños, y los instó a dejar de acusarse mutuamente de casos de corrupción y se unan todos para combatirla.

En este sentido, Javier Simán expresó el apoyo de los industriales a la Fiscalía General de la República en el combate a la corrupción y a la impunidad, “siempre y cuando sea apegados al debido proceso y respetando la presunción de inocencia de los acusados. Lo peor que nos podría pasar como nación es volver a las prácticas del pasado de utilizar la justicia para persecución o venganza política”, matizó. 

“Todos los salvadoreños, de cualquier ideología política, queremos exactamente lo mismo, queremos un país próspero, en paz, y en libertad, donde todos los salvadoreños podamos alcanzar nuestros sueños sin necesidad de emigrar”, dijo el presidente de la ASI.  En este sentido, recordó que la prueba más grande para nuestra democracia serán los procesos electorales del 2018 y del 2019 y exigió a los partidos políticos que asignen los recursos necesarios para evitar el fraude electoral y garantizar el respeto a la voluntad popular, se  comprometan a jugar limpio y a respetar la ley y sus reglamentos, sin pretender modificarlas a su antojo y conveniencia y que se comprometan a elegir en los tiempos de ley a funcionarios de segundo grado que sean profesionales honestos e íntegros, con criterio e independencia, y comprometidos con el país, así como  a respetar la independencia de la Sala de lo Constitucional y de los demás órganos de Estado, pero  sobre todo, “que se comprometan a respetar la constitución, la democracia representativa, las libertades individuales, la propiedad privada y la libre iniciativa”.

 “Ante la realidad que vivimos, los ciudadanos tenemos solo dos opciones: Quedarnos de brazos cruzados esperando que otros decidan nuestro futuro, o enrollarnos las mangas y construir nosotros mismos el futuro que queremos”, concluyó el presidente de la gremial. 

ASI entregó premios

Anoche, la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) entregó el PREMIO ASI 2017, reconocimiento que se otorga  a empresarios o empresas que destacan por su trayectoria y que cumplen con una serie de requisitos que son analizados por una Comisión de Selección. Desde 1959, el Premio lo han recibido  más de 50 hombres o empresas que, con su trabajo y dedicación, han dejado huella en la historia del país. En esta celebración de la Industria, también se entregan dos galardones más: premio Emprendedor y el premio Empresario Benefactor.

Este año, la Asociación Salvadoreña de Industriales entregó el Premio ASI, símbolo de excelencia distinción y parámetro de la evolución de la Industria en El Salvador, a don Miguel Elías Miguel, fundador de Industrias Mike Mike.

Mike Mike es una empresa 100 por ciento salvadoreña, fundada el 10 de septiembre de 1965 por don Miguel Elías Miguel y su esposa Lilian Bahaia de Miguel, que se dedica  a la fabricación de mochilas, carteras, bolsos, cartapacios, maletas, maletines, billeteras,  y accesorios de alta calidad. 

El premio Emprendedor fue para don Samuel Quirós, fundador de Quality Grains y The Coffee Cup. Desde hace 26 años, Quality Grains crea una cultura de café y ofrece una alternativa diferente de consumo sin precedentes en nuestro el país.

Esta empresa produce ocho marcas de café molido y soluble. Cinco de ellas se venden el mercado local, incluyendo: The Coffee Cup. También se exporta a Estados Unidos, Guatemala, Honduras y Estados Unidos  y produce las marcas Riko, los cafés gourmet Gold y Silver, los capuchinos exclusivos de Riko y un gourmet, exclusivo para las tiendas, y para exportación a Estados Unidos. 

Desde el 2011, la ASI entrega el Premio Benefactor, reconocimiento  al trabajo destacado de un empresario que se ha dedicado a apoyar acciones altruistas y velar por el bienestar, brindar mejores oportunidades y una mejor calidad de vida para quienes más lo necesitan. Este año se otorgó al Padre Flavián Mucci por el trabajo realizado a través de la Asociación Ágape de El Salvador.  

El padre Mucci llegó a El Salvador, en 1967. El 4 de marzo de 1978 fundó la Asociación Ágape de El Salvador, con el objetivo de ayudar a través del carisma de  su obra a las personas más desprotegidas.  Ágape es ahora una institución de desarrollo humano que ejecuta programas de atención, y que combinadas con proyectos o actividades de carácter productivo generan recursos para su sostenibilidad.