Arzobispo aprovecha misa del Divino Salvador del Mundo para exigir a los diputados Ley del Agua y pensiones justas
José Luis Escobar Alas también consideró que derogar la reforma agraria dejaría a los campesinos en mayor pobreza y eso sería una injusticia.
El Arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, aprovechó la homilía de la misa en honor al divino Salvador del Mundo, en catedral Metropolitana, donde pidió a los diputados de la Asamblea Legislativa que aprueben la Ley General de Aguas, una reforma de pensiones justa y la no derogación de la reforma agraria.
"Les suplicamos por intercesión de Monseñor Romero, ilumine las mentes y mueva las voluntades de nuestros legisladores para que lejos de aprobar leyes injustas promuevan y aprueben una justa Ley de Aguas, defiendan el derecho de la propiedad de los campesinos y promuevan una justa reforma de las pensiones", dijo Escobar Alas en homilía frente a funcionarios de gobierno, entre ellos diputados.
Para el caso de la Ley del Agua, al arzobispo ha señalado en diferentes ocasiones que está en desacuerdo con la ley de aguas que se trabaja en el seno de la comisión de medio ambiente y cambio climático de la Asamblea por considerar que se quiere privatizar el recurso hídrico, incluso ha promovido que sea la Ley General de Aguas, la presentada por la Iglesia y la Universidad José Simeón Cañas (UCA) la base de la discusión.
En el caso de la reforma agraria, Escobar Alas consideró derogar dicha ley haría que los campesinos en el país pierdan sus tierras y "caigan en mayor pobreza, lo que sería una grave injusticia".
Finalmente en el caso de la reforma de pensiones, Monseñor agregó que la reforma debe beneficiar a los trabajadores "y reciban todo el beneficio de sus ahorros, fruto del trabajo de su vida, además de una administración justa en favor de los derechohabientes y no de terceros" también consideró que el sistema de pensiones actual es "gravemente injusto".
El día seis se agosto se clausuran las fiestas patronales de la capital con la misa en honor al Divino Salvador del Mundo, por motivo de la transfiguración de Jesús. Por lo general siempre asisten funcionarios públicos a este tipo de celebraciones en la catedral de San Salvador.