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Política - En libro "La paz en Colombia"

Fidel Castro escribió sobre Joaquín Villalobos y relató detalles de la guerra salvadoreña

“Yo dediqué personalmente incontables horas en transmitirle a ese personaje (Joaquín Villalobos) experiencias, ideas, tácticas y principios de la guerra. Él no dudó en aplicarlas”.

Fidel-Villalobos
Fidel Castro escribió sobre Joaquín Villalobos y relató detalles de la guerra salvadoreña

El año 2008 se publicó en Cuba el libro “La paz en Colombia”, escrito por Fidel Castro. Entre sus páginas hay varios pasajes reveladores referidos a las guerrillas centroamericanas y particularmente a las salvadoreñas. 

No se necesita ser muy alcanzativo para presumir que Castro habría planificado algunas de las operaciones guerrilleras llevadas a cabo a principios de los 80's. A continuación presentamos algunas de esas referencias, retomadas del citado libro:  

“Los grupos revolucionarios, en su lucha, estaban divididos en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Más tarde o más temprano los militantes comunistas se sumaron a la lucha armada de los campesinos y la pequeña burguesía revolucionaria. En todos, con sus  peculiares e ineludibles características siempre presentes, surgieron tendencias aferradas al concepto de lucha excesivamente prolongada. El esfuerzo de Cuba se consagró a la búsqueda de la unidad. 

“Constan las actas y fotos de los momentos históricos en que esta se logró. Hubo guerrilleros que perdieron años planeando triunfos para las calendas griegas. Se trataba de una concepción que no cabía en nuestras mentes. Es igualmente cierto que los eternos  pregoneros del capitalismo, manejados por los órganos de Inteligencia yanqui, sembraron ideas extremistas en la mente de algunos revolucionarios.  

“Hace muy poco escuchaba a Tarek William, destacado poeta venezolano y gobernador de Anzoátegui, el estado petrolero más rico de Venezuela, que a una de sus obras sociales le puso el nombre de Roque Dalton, poeta prestigioso y revolucionario, miembro del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), extrañamente asesinado en El Salvador. Con dolor expresó el nombre del presunto asesino, Joaquín Villalobos. 

“Me duele mucho cuando los yanquis lo envían aquí a Villalobos para decirnos cómo debemos hacer las cosas en Venezuela, me dijo Tarek. Realmente yo desconocía el bochornoso hecho que le imputa Tarek. Había conocido al personaje (Villalobos) cuando era militante y jefe del ERP, una destacada organización revolucionaria, combativa y resuelta, con magníficos combatientes del pueblo. 

“Las alusiones a la muerte de Roque Dalton parecían simples calumnias. Yo dediqué, personalmente, incontables horas en transmitirle a ese personaje experiencias, ideas, tácticas y principios de la guerra. Él no dudó en aplicarlas. Las unidades del ERP luchaban contra batallones salvadoreños entrenados en Estados Unidos con las más avanzadas técnicas que habían desarrollado. 

“Yo le insistía: no ejecuten a los prisioneros, no rematen a los heridos, superen esa práctica torpe y estéril, porque así jamás se rendirá uno de ellos. Debo añadir que las armas con que combatían los revolucionarios salvadoreños eran las ocupadas en Saigón, cedidas a Cuba por Vietnam después de la victoria. Militantes revolucionarios integrados en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llevaron a cabo proezas sin precedentes en las luchas de liberación de América Latina, si se tiene en cuenta el número de hombres y el volumen de fuego de las armas modernas. 

“Los salvadoreños fueron entrenados por especialistas cubanos en técnicas vietnamitas de aproximación al objetivo y el uso de pequeñas pero potentes cargas explosivas ya en el interior de la base o de las barracas enemigas. 

“El 27 de enero de 1982, a la una de la madrugada, 7 combatientes del ERP penetraron en la base aérea de Ilopango, San Salvador, y destruyeron 8 aviones Ouragans, 8 helicópteros Cherokees, 6 aviones C-47, 6 aviones Fouga Magister, 1 pieza de artillería antiaérea, sin una sola baja. Habían destruido el 70 por ciento de la Fuerza Aérea Salvadoreña, organizada y equipada por los yanquis. 

“Son datos precisos admitidos en testimonios publicados por la Fuerza Aérea Salvadoreña sobre aviones de combate y otros medios de guerra perdidos en Ilopango. 

“El 30 de diciembre de 1983, 64 combatientes de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), a las 2 de la madrugada, penetraron en las barracas del campamento de la IV Brigada del Ejército de El Salvador. En la audaz acción, y con el ulterior apoyo de aproximadamente 150 jóvenes guerrilleros, ocasionaron a las fuerzas adversarias alrededor de 300 bajas, entre muertos y heridos, y alrededor de 200 prisioneros. De las cuantiosas bajas sufridas por el ejército en esa acción, habló la prensa en Europa. Las fuerzas del FMLN tuvieron 8 bajas mortales. La mejor unidad élite del adversario había sido destruida en un rápido y fulminante combate. 

“Se ocuparon 305 fusiles M-16; 20 ametralladoras M-60; 11 lanzagranadas M-79; 10 subametralladoras MP-5; 3 ametralladoras calibre 50; 7 cañones MM-3; 2 morteros 81; 3 morteros 60; 29 radios PRC-77 y Motorola, y decenas de miles de balas. Dos tanques y varios vehículos blindados y transportadores de tropas fueron destruidos”. 

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