Por quinto día consecutivo representantes del Gobierno y los diputados de la Asamblea Legislativa buscaron consenso para una ley que permita atender la pandemia y reabrir la economía, pero tras casi 24 horas seguidas el diálogo se rompió, los parlamentarios aprobarán y el presidente Nayib Bukele advirtió con veto.

El Salvador amaneció sin ley de emergencia pues el plazo que dio la Sala de lo Constitucional terminó el viernes; sin embargo, ni eso pudo hacer que llegaran los acuerdos entre Ejecutivo y Legislativo.

Las pláticas el viernes arrancaron desde temprano, pero la sesión estuvo marcada por desacuerdos entre partes y tensión sobre todo cuando se habló de la fecha de reapertura económica, transporte público y la emergencia nacional.

El Gobierno explicó, a través del secretario privado de la presidencia Ernesto Castro, que querían 15 días de cuarentena antes de abrir; es decir, la reapertura para el 13 de junio.

Los diputados no estaban de acuerdo y propusieron, inicialmente, el 8 de junio, después el 8 de junio a los privados y el 13 a los públicos. Las partes llegaron a un punto muerto.

El presidente Bukele, ante el impasse, advirtió que toda ley que se apruebe y que no tenga los 15 días de cuarentena antes de abrir sería vetada.

“Si el interés de los diputados es que la empresa privada empiece a trabajar, lo más pronto posible; el camino más rápido para lograrlo es la cuarentena estricta de 15 días. Empezamos a abrir la economía al día siguiente. Todas las demás opciones sólo harán que tarde mucho más”, indicó.

Hubo una serie de tuits del mandatario que, mientras estaban en la reunión, incomodaron a los diputados quienes señalaron al presidente de querer que se rompiera el diálogo.

“Los dueños de algunos diputados piensan que lograrán algo con aritmética legislativa. Les recuerdo 2 cosas: Un proceso de formación de ley, vetado por inconstitucional, con plazos máximos, tal vez sería ley en JULIO (y) ninguna empresa puede abrir, sin protocolos del ministerio de Trabajo”, fue uno de ellos.

El otro fue “Así que si quieren abrir sus empresas, díganle a sus títeres que aprueben la cuarentena estricta, que necesitamos para bajar la curva y poder reabrir la economía, salvando vidas. No van a matar salvadoreños por decreto. Si no, no abren. ¿Se entiende?”.

Los argumentos del Gobierno eran que no se podía abrir la economía sin antes estar seguro de que la curva de contagios del coronavirus se vaya aplanando y eso se podía lograr con 15 días más de cuarentena, teniendo en cuenta que El Salvador está en la fase 3.

Mientras que los diputados argumentaron que la población ya no soportaría otros 15 días y no solo por el encierro, sino también porque no iban a poder trabajar y por tanto no iba a tener dinero.

También señalaron que no había argumento científico para otro encierro de 15 días señalando que era un castigo más que medida sanitaria.

Los 15 días no son una medida antojadiza

Después de terminada la reunión, el grupo de funcionarios de Gobierno declaró a la prensa que lo que buscan es evitar más contagios y por consiguiente más muertes, por lo que los 15 días no es medida antojadiza.

“Hay que dejar claro, el tema de la cuarentena no es tema de castigo como lo quieren hacer ver, es un tema de salud y de cuidar a la población, necesita estar en casa. No es que iban a estar en caso como si estuvieran encarcelados”, dijo Ernesto Castro.

Agregó “Sabemos que la estamos pasando mal, pero lo único que pedíamos eran 15 días más, que todos nos pusiéramos, los partidos de la Asamblea y el Ejecutivo para dar un solo mensaje”.

La plenaria está programada para el mediodía de este sábado y serán los diputaos quieren decidan sobre el resto de los puntos que quedaron sin resolver en la propuesta de ley.

El presidente Bukele dijo que habrá un veto a la ley porque no se tomó en cuenta el Ejecutivo.