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Política - Elecciones 2019

Nayib Bukele rompe el bipartidismo en El Salvador; deja en estado crítico a ARENA y moribundo al FMLN

Las elecciones presidenciales de este domingo entrarán en la historia, pero no precisamente por alta participación, sino todo lo contrario. La población que eligió fue debajo del promedio de años recientes.

Bukele
Nayib Bukele rompe el bipartidismo en El Salvador; deja en estado crítico a ARENA y moribundo al FMLN

Treinta años del reinado de ARENA y del FMLN llegaron a su fin por la decisión del pueblo salvadoreño, que se encargó de mandar un mensaje histórico a los partidos que han dominado la época reciente y decidió optar por Nayib Bukele, un candidato que “vendió” a tricolores y rojos como “los mismos de siempre”. Tras el evento electoral, dejó a los primeros muy tocados y a los segundos moribundos.

Unas horas antes de las elecciones, la posibilidad de una segunda vuelta estaba en el aire, pero la población dijo otra cosa. Bukele logró capitalizar el hartazgo de la ciudadanía en votos y lo consiguió al punto que areneros y efemelenistas no lograron ni alcanzar la cifra de voto duro de sus instituciones y obtuvieron promedios impropios para su historia.

Los partidos que perdieron no podrán aducir que la baja participación en la elección fue el factor de la derrota, ya que Bukele obtuvo 42,405 votos menos que Salvador Sánchez Cerén en la primera vuelta de las presidenciales pasadas, pero en esta ocasión el nivel de participación fue bastante más bajo. En el 2014, el segundo presidente del FMLN obtuvo 1,315,768, mientras que Bukele 1,273,363 (con el 89% escrutado).

De acuerdo a los cálculos preliminares, la elección de este 3 de febrero fue al menos 10% más baja que en el 2014. La comparativa no solo acentúa la victoria del partido de la golondrina, sino que lo eleva al punto de una paliza y lo corona con que ni juntos los seis institutos políticos restantes superan a Bukele.

La incertidumbre que rodeaba a la candidatura de Bukele se aclaró, sus “saltos” de partido en partido no fueron impedimento para una población cansada de las extremas. Los casos de corrupción de Elías Antonio Saca, que llegó al poder por ARENA, y Mauricio Funes del Frente solo apresuraron la decisión.

Las encuestas sí acertaron

Un elemento al que muchos analistas le habían puesto atención en esta campaña eran las encuestas que se hicieron desde hace varios meses. En todas ellas, sin excepción, Bukele era el gran favorito con números “disparados” que incluso algunos llegaron a poner en duda su autenticidad, que era alimentada por los errores a escala mundial de los mecanismos de recolecta de información.

Bukele compartía y extendía todas las encuestas, mientras que Carlos Calleja y Hugo Martínez restaban el crédito diciendo que en sus propias mediciones obtenían buenos números y algunos incluso cerraban la premisa con: “La verdadera encuesta será el 3F”.

La descalificación de las encuestas se hizo mayor cuando se presentaron las últimas entre diciembre 2018 y enero 2019, donde la ventaja se elevó varios puntos que colocaban a Bukele por encima de los partidos tradicionales. Los “errores de metodología” que señalaron algunos no fueron determinantes.

El FMLN moribundo y ARENA en estado crítico

El escenario que se dibujó de dos sectores de votantes, izquierda y derecha, con Bukele “robando” votos al FMLN no fue del todo errado, ya que el gran perdedor de estas elecciones fue el Frente porque cosechó una segunda derrota contundente y la peor de su historia moderna, rozando los números de su primera competición.

El 20 de marzo de 1994, Rubén Zamora y el FMLN obtuvieron en primera vuelta de esas presidenciales 325,585 votos. Este 2019, Martínez y un partido “en remontada” han superado, a duras penas, los 328,000 votos. Casi cinco veces menos que su última cosecha en una presidencial, específicamente en la segunda vuelta del 2014.

El FMLN había recibido un aviso en marzo de 2018, pero parece que no lo escucharon ni su dirigencia, ni su comisión política o los excomandantes, que prefirieron dejar solo a Martínez y Sosa cuando reconocieron la derrota cosechada. El candidato señaló una “reflexión profunda” por la que deberán pasar. La pregunta en redes sociales es la misma de marzo: ¿Renunciará la dirigencia?.

ARENA y sus números son propios de la advertencia que el FMLN ignoró en marzo pasado, pero parece que tricolores están un paso por detrás del partido de izquierda. Los tricolores recibieron menos votos que los que lograron en  las municipales y legislativas de marzo pasado y eso que compitieron con todos sus aliados en una coalición.

Las caras de la propia fórmula en la conferencia de prensa lo decían todo. Ni el trabajo territorial que hizo Calleja consiguió detener la debacle. El candidato agradeció a la militancia por el apoyo, pero la frustración era más evidente en la que fuera su compañera de fórmula, Carmen Aída Lazo. Caso contrario que el FMLN, el Consejo Ejecutivo Nacional (Coena) habló luego de los resultados.

Los señalamientos al partido ARENA son parecidos a los que tuvieron en 2014, de enfocarse más en una campaña que buscaba desacreditar al rival, algunos los señalaron de infundir miedo a la población más que en resaltar las virtudes de su candidato.

Será de poner atención a la reacción del grupo de los “patriotas” del partido, es decir, los que han estado aliados al ex precandidato Javier Simán. 

La baja participación fue un mensaje fuerte a los partidos de todos colores de una población que es más exigente y más difícil de engañar, por lo que si la política sigue como en el curso de los últimos años, los mensajes de rechazo se van a seguir repitiendo.

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