El columnista editorial Paolo Lüers valoró los retos que afrontarán todos los partidos políticos de cara a 2020, un año conocido como ‘preelectoral’, y dijo que ARENA tendrá que salir del estado de “descomposición” en el que se encuentran antes de las elecciones legislativas y municipales de 2021.

Para Lüers, todos los partidos con mayoría en la Asamblea Legislativa como ARENA y el FMLN tienen problemas internos por el “efecto” Nayib Bukele, que les arrebató la presidencia. De los dos, ARENA es quien tiene falta de personalidad política porque no hay unidad.

El problema de los tricolores, dijo, es que no asumieron el rol de principal partido de oposición en 2018, cuando todavía estaba el FMLN en el Ejecutivo, ni tampoco desde el inicio del período de Bukele.

“Luego de 39 años de existir, 20 de ellos gobernando, ARENA se encuentra en un estado lamentable de descomposición. Los resultados electorales de 2018 le dieron el rol de principal fuerza de oposición, pero nunca lo asumieron”, escribió el columnista.

Agregó que la elección del nuevo Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), después de la renuncia de Mauricio Interiano, vino a dividir, aún más, al partido y la muestra de eso es la fracción legislativa tricolor.

“Hay un grupo de legisladores que prefieren buscar orientación afuera del partido, en Casa Presidencial. Y hay otro grupo de legisladores y dirigentes que acuerpa al alcalde de San Salvador como única figura con potencial liderazgo en ARENA”, argumentó.

Para el columnista, el partido tricolor debe unificarse, pero no solo en una plataforma en común, si no que entre los dirigentes del partido, quienes han dejado ver diferencias entre ellos con mayor frecuencia desde el 3F 2019.

“Si los diferentes liderazgos, grupúsculos y egos no logran construir una plataforma auténtica y compartida para las elecciones 2021, entrarán en esta contienda sin identidad partidaria y sin capacidad de recuperar su rol de oposición”, auguró Lüers.

Al partido Nuevas Ideas, llamado a figurar en el 2021, le dijo que su reto será de organización porque no se trata de ganar con una figura única, como la elección de presidente, sino de liderazgos departamentales y municipales.

Para el FMLN, que vio mermado más de un millón de votos entre presidenciales 2014 y 2019, le dijo que debería de dejar de lado “sermones ortodoxos” que han utilizado como bandera durante años.

“Los tres partidos que podrían ser mayoritarios en el 2021 solo tienen un año para resolver sus problemas, en el 2020”, cerró.