Luego de que el ciudadano Herbert Danilo Vega Cruz interpusiera una demanda en contra del candidato presidencial de VAMOS, Josué Alvarado, por ser un líder religioso, la Sala de lo Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), admitió dicho documento.

Alvarado, quien migró a Estados Unidos hace más de 30 años, busca la presidencia de la República en las elecciones que se desarrollarán el 3 de febrero de este 2019, pero el hecho de haber sido un pastor evangélico es lo que desató la denuncia ante la Sala.

Por ello, en la denuncia en contra de Alvarado se reclama que el candidato no pertenece al estado seglar. Esto último se refiere que es toda persona mezclada con una religión, pero que no forma parte de la institución eclesiástica que la dirige.

El también empresario fue entrevistado por un periodista de FOCOS, a quien le negó su papel como pastor, debido a que "busca desmarcarse de la organización religiosa" -como cita el texto de la revista- para continuar con sus aspiraciones presidenciales.

Y es que el artículo 82 de la Constitución de la República prohíbe que los líderes de cualquier culto religioso puedan tener acceso a cargos de elección popular. A la vez, prohíbe pertenecer a algún partido político o realizar alguna propaganda bajo esa temática. 

De acuerdo a la información expuesta por FOCOS, documentos oficiales lo han acreditado que aún preside la asociación de iglesias evangélicas registrada en el país, denominada Fraternidad Cristiana Intercontinental (FCI), de donde ha buscado deshacer su vínculo material.

Pese a dar por recibida la demanda ciudadana, la Sala no admitió la suspensión provisional de la candidatura presidencial de Alvarado.

Sin embargo, para garantizar el sufragio de los electores de manera informada, la institución aclaró que en caso de resultar electo como sucesor de Salvador Sánchez Cerén y si la Sala constata la supuesta violación constitucional, entonces el empresario no podrá asumir el cargo o seguir ejerciéndolo de haberlo asumido.