El subjefe de fracción del FMLN, Schafik Hándal, dijo que el Gobierno entregó los $300 de subsidio alimenticio por la pandemia a las familias de los pandilleros para que “se estuvieran quietas” durante la cuarentena.

El subsidio fue entregado por el Gobierno para las familias afectadas por las restricciones de movilidad impuestas para evitar contagios de Covid-19, la iniciativa iba dirigida a un millón y medio de hogares.

“Debajo de esos $300 metieron dinero para las pandillas para que se estuvieran quietas. Metieron dinero para que se estuvieran quietas; sí, a las familias de los pandilleros le dieron los $300”, dijo.

Esa decisión, agregó, afectó a muchas familias ya que dejaron de percibir el subsidio para que se lo entregaran a los parientes de los mareros.

Dijo que después de terminar la entrega del dinero fueron alrededor de un millón y medio de personas las que se quejaron porque no fueron beneficiados con la medida, a pesar de que esa misma fue la cantidad a la que pretendían llegar.

“¿No dijo el inquilino que a esa cantidad le iba a repartir el inquilino? (…) un millón y medio de personas dijeron no haber recibido nada, ¿a quién le dieron el dinero entonces? ¿cómo fue eso? Reportaron haber entregado dinero a 1 millón 340 mil personas, y si un millón te dice que no ¿dónde están fallando las matemáticas?”, cuestionó.

Agregó que tampoco se conocen los criterios que utilizaron para entregar la compensación, porque cientos de personas de escasos recursos no lo obtuvieron.

El Ejecutivo dio a conocer que uno de los criterios para esta compensación fue el listado que se tiene de las personas a las que se otorga el subsidio al gas propano, por medio de la tarjeta solidaria.

“¿A quién se lo dieron? ¿A quién beneficiaron? Y evidentemente no se lo dieron a todos porque hay que acordarse de los 80 muertos por las pandillas... que dicen que las tenían firmes y que de las cárceles nada salía y después dijeron que iban a encerrar a los presos porque de ahí salían las órdenes”, continuó.

Otro de los cuestionamientos del efemelenista fue que después de un aumento súbito de los asesinatos a los cuatro días volvió a caer la cifra. “Curiosamente cuatro días de muertos y después ¡pum! Se desaparecen ¿qué pasó?”, reiteró.