Nayib Bukele se muestra como el gran favorito de todos los sondeos que miden las preferencias de los electores de cara a las elecciones presidenciales de 2019, incluso pese a no tener un partido político que lo acuerpe. Eso no lo puede negar nadie.

El alcalde capitalino dista mucho de cómo se ha hecho la política en El Salvador y eso está marcando tendencia ya en las primeras mediciones que lo colocan como el favorito de cara a las elecciones presidenciales.

El último estudio que lanzó la casa encuestadora Data Research, en la que se midió la intención de votos para las elecciones 2018 y 2019, reveló que un 55.9% votaría por Bukele, mientras que 10% lo haría por el empresario Carlos Calleja y 13.3% por ninguno.

Y esta no es la primera encuesta que pone arriba al alcalde por sobre otros precandidatos presidenciales. La encuesta de Cid Gallup, que se dio a conocer a inicios de noviembre, también colocaba a Bukele por encima de los dos partidos mayoritarios.

Así, en este escenario, Bukele granjea el 41% de la intención de voto, mientras ARENA obtiene el 21% y el FMLN al 10% y los que no saben por quién votar se reducen al 11%.

Estas mediciones le abren el panorama al edil que comienza a calentar motores de cara a su posicionamiento como candidato presidencial, una vez deje la silla edilicia el 1 de mayo de 2018.

Mientras que para los partidos ARENA y FMLN representa un menudo reto, sobre todo porque Bukele ni siquiera tienen montado aún todo el aparataje que le permita incluso posicionarse a nivel territorial.

Marcar la diferencia

Sin embargo, aunque Bukele aún no tiene una plataforma oficial desde donde proyectarse, su movimiento Nuevas Ideas ha comenzado a despuntar y a darle buenos resultados de cara a su posicionamiento como el nuevo presidenciable.

De hecho, la semana pasada Bukele realizó una gira por varias ciudades de Estados Unidos, donde pudo reunirse con la diáspora salvadoreña, quienes son parte fundamental de su plataforma pues no solo lo han acuerpado, sino que lo han respaldado incluso financieramente.

Asimismo, el edil comprobó la fuerza que tiene para mover masas el jueves pasado que convocó a estudiantes de la Universidad de El Salvador (UES), a una actividad que incluso no contaba con el respaldo de las autoridades de la institución. Sin embargo, pudo concentrar a varios centenares de jóvenes que lo apoyan.

También, el sábado pasado el alcalde hizo un nuevo alarde de su poder de concentración, pues cientos de salvadoreños asistieron a la iluminación del árbol navideño en la Plaza El Salvador del Mundo, en la que la comuna ayudó con apoyo de la empresa privada a adornar. Un espacio que incluso fue halagado por la embajadora de Estados Unidos, Jane Manes.

Esta sería la primera ocasión en que una figura, sin base partidaria de los tradicionales institutos políticos, lidere las encuestas y además demuestre su poder de convocatoria cuando se necesite el apoyo político.

Más allá de que el edil se vuelva una figura polémica y que use las redes sociales y los medios no tradicionales a su favor, lo cierto es que su capital político crece como espuma en un país ansioso de liderazgos que los partidos tradicionales, al menos en números, aún no se revelan.