Daniel Abelino Aquino Guillén, el joven estudiante de bachillerato que cayó desde un edificio del complejo Tres Torres, tiene previsto graduarse en noviembre próximo, aunque para eso todavía tenga que vencer un obstáculo más inmediato, su recuperación médica.

Casi tres semanas después del percance que casi le cuesta la vida y del que fue una víctima circunstancial, Daniel sigue en una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Rosales, donde se mantiene estable pero con un largo camino de recuperación de su salud.

Daniel es un joven de 18 años que estudia tercer año de bachillerato técnico vocacional opción Contaduría en el complejo educativo católico San José de Quezaltepeque, La Libertad. Como sus compañeros, este joven espera en noviembre obtener su título de bachiller. 

Sus maestros y compañeros lo recuerdan como "un joven tranquilo, callado y responsable en sus clases, comparte y se relaciona muy bien con sus compañeros; llevaba notas normales y respondía con todo lo que se le dejaba de tarea", según relata una maestra que le impartió la asignatura de Inglés.

Su madre, Mercedes Guillén, dijo a El Salvador Times que desde que ocurrió el accidente llega todos los días puntual, a las 7:00 de la mañana, al hospital Rosales para acompañar a su hijo.

Del trato que ha recibido el joven no se queja y dice que "nos han ayudado con la atención médica, ya que ellos han estado pendientes de mi hijo en todo momento".

Qué ocurrió ese día

Alejandra Cea y César Orellana son compañeros de estudios de Daniel. Por azares del destino, los tres estaban en la torre tres del Ministerio de Hacienda el día que ocurrió el incendio.

La joven estudiante relató que llegaron al edificio como a las 3:00 de la tarde, ya que les habían dejado una tarea sobre proyecto de graduación. "Desde antes que entráramos, Daniel estaba nervioso, como que presentía que algo malo iba a suceder", recordó la joven.

Cuando se encendieron las alarmas por la presencia de fuego en el edificio los alumnos no habían avanzado en su trabajo, ya que la persona encargada no los había atendido.

"Nos colocamos paños en la boca y nos dijeron que lleváramos las manos sobre la cabeza, luego intentamos abrir la puerta y no se veía nada por el humo y tuvimos que hacernos hacia atrás", relató Alejandra.

Manifestó que unas personas les decían que se fueran hacia las ventanas para que no tragaran mucho humo y en ese momento se separaron los tres. Algunas personas estaban vomitando producto de la situación.

"Daniel se subió por el borde de la ventana y luego trepó el edificio porque estaba muy nervioso y quería respirar aire, ya que la oficina estaba llena de humo. Los helicópteros llegaban cerca de la oficina a darnos oxigeno con las mascarillas", continuó.

Detalló que cuando Aquino trepó por la torre, le dijo: "Daniela, ¿estás bien? No te preocupes que vamos a salir bien de esta".

Posteriormente, el joven cayó al vacío hasta detenerse en las láminas de un edificio anexo.

La joven recordó que cuando fueron sacados del lugar y preguntaron por su compañero, algunos paramédicos les dijeron que había sido llevado grave a un hospital. Ellos pensaron lo peor.

Situación médica actual

Fuentes del hospital Rosales explicaron a este medio que la situación actual de salud de Daniel Aquino es estable, está con sus medicamentos y no hay un cambio muy marcado en su recuperación.

Al joven le hicieron una traqueotomía (un procedimiento quirúrgico para crear una abertura a través del cuello) y fue operado en el fémur, que tenía fracturado.

Actualmente ingiere solo alimentos líquidos y lo hace a través de sondas.

Desde que se dio la situación, la familia habilitó una cuenta bancaria para colaborar con ellos y paliar parte de los gastos en que han incurrido producto de esta emergencia. Las personas que quieran ayudar pueden hacerlo por medio de la cuenta de Banco Agrícola número 330-0714557, que está a nombre de Mercedes Beatriz Guillén Pérez.