Una llamada alertando un carro abandonado en la carretera Longitudinal del Norte en Chalatenango fue el inicio de la emboscada que delincuentes le tenían preparado a agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) en el atentado que dejó dos heridos.

Los elementos policiales llegaron a eso de las 6 de la mañana a los alrededores del estadio Gregorio Martínez en el cual localizaron el objetivo señalado en la llamada de tipo anónima que fue recibida.

Según se conoció, los agentes constataron que se trataba de un carro placas P700394, marca Kia, año 2016 con reporte activo de robo. El vehículo fue quitado a su propietario en la Colonia Escalón el pasado 19 de junio de 2018.

Al llegar al lugar los elementos policiales se alertaron por una bolsa negra con comida que estaba al interior del vehículo, además, esta bolsa tenía pegada un teléfono y se presume que es uno de los cuatro artefactos que detonaron.

Pese a la advertencia de compañeros que estaban al tanto de la situación, en momentos en los que los agentes recolectaban la evidencia externa el carro fue detonado. Además en su baúl tenía un cilindro de gas que aumentó el alcance de las esquirlas.

Según han informado agentes de la zona, otro artefacto explosivo fue colocado en un poste en el que estaba un transformador, algo que provocó que el ataque dañara hasta a la patrulla ubicada atrás del carro.

Un equipo de la división de armas y explosivos se hizo presente para realizar inspección y recolectar evidencias que conduzcan hacia los delincuentes que realizaron el hecho.

Los policías lesionados fueron trasladados al Hospital Médico Quirúrgico en San Salvador, con heridas de esquirlas y con quemaduras en distintas partes del cuerpo, pero se reportan estables.