Tres agentes policiales resultaron heridos luego que pandilleros hicieran explotar un muñeco cargado con dos granadas. El hecho ocurrió en una zona rural de Aguilares, al norte de San Salvador.

Según fuentes policiales todo comenzó después que recibieron una llamada anónima para reportar el hallazgo de un cadáver, pero en realidad "era una trampa, una emboscada para los agentes". Al llegar a la escena los policías localizaron un supuesto cadáver que estaba atado de los pies, por lo que se bajaron de la patrulla y se dirigieron hacia él; al momento de destaparlo, explotó. 

El supuesto fallecido era la simulación de hombre, pero las fotografías filtradas de fuentes policiales muestran que el artefacto estaba estructurado con un tambo de gas propano. 

Hasta el cierre de esta nota uno de los agentes se encuentra en estado grave pero estable, mientras que otros dos están fuera de peligro, aunque fueron trasladados a un centro asistencial.

No se reportan capturas sobre el atentado, sin embargo se ha montado un operativo para dar con los criminales responsables del ataque.

Los equipos de la PNC realizaron inspecciones en el lugar para buscar más indicios sobre el atentado. Al lugar se presentó el personal técnico de la Division de Armas y Explosivos.

Hasta las 10:00 de la mañana, la oficina de comunicaciones de la PNC y del Ministerio de Seguridad no habían brindado una postura oficial sobre el hecho.