Varios impactos de bala rompieron el silencio de aquella tarde del 18 de febrero de 2016 en la zona de la Villa Centroamericana, en la colonia San Pedro, de Mejicanos. Eran unos delincuentes que habían atentado en contra de unos policías que les habían dado persecución.

Los sujetos habían salido de la colonia Santísima Trinidad del municipio de Ayutuxtepeque, en un Toyota color negro. A través del radio, les avisaron a una patrulla que los dos hombres habían sido vistos con armas de fuego.

Cinco policías se transportaban en el vehículo que patrullaba la zona en búsqueda de los hombres. Minutos más tarde, pudieron identificar a un vehículo con las características que les habían alertado en la colonia San Pedro, en las cercanías de la Villa Centroamericana.

Al observarlo, le hicieron la señal de alto, pero ellos no atendieron. Subieron la velocidad y perdieron el control y se estrellaron en una señal de tránsito.

Tres policías aprovecharon para bajarse de la patrulla y les gritaban que se bajaran, pero los sujetos no atendían. Uno de los policías se acercó más al vehículo y pudo observar como rápidamente bajaban la ventanilla del copiloto. En segundos, una ráfaga de disparos lo hizo tirarse al suelo.

Los disparos continuaban. Los policías desde el suelo y dos más que estaban en la patrulla respondieron al ataque. Una lluvia de disparos se produjo en medio de la calle. Los sujetos encendieron el carro y emprendieron la huida.

Los agentes de inmediato pidieron refuerzos y regresaron a la patrulla para seguir a los delincuentes. Ninguno de los policías estaba herido, pero habían sido atacados.

En pocos minutos, otra patrulla había logrado interceptar al Toyota negro y fueron capturados en la Pupusería La Gloria, a pocos metros del bulevar Constitución.

Uno de los sujetos estaba herido, el otro se encontraba bien. A uno, se le encontró un arma, al otro no, pero ambos enfrentaron un proceso por homicidio tentado en contra de los policías.

El juez del Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador encontró culpables a los sujetos Juan Manuel Ramírez Martínez, alias “Chaquetilla”, y Óscar Silvestre Aragón Monterrosa, alias “Silvestre”, por el delito de homicidio tentado por haber atacado a los miembros de la Policía.

A uno de ellos se le impuso la pena de siete años de cárcel, al otro 10 años pues se le sumaron tres por la tenencia de armas de fuego.

Los sujetos, desde su captura, han estado internos en el Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca, desde donde enfrentaron la vista pública de este caso y donde pagarán su pena, puesto que el director de la Policía, Howard Cotto, prometió que todos los sujetos que atenten contra la vida de policías purgará sus penas en este lugar.