Sucesos - RELATO
Madre e hija denuncian que fueron detenidas injustamente por policías que abusaron de la fuerza
Dos mujeres aseguran que fueron víctimas de un mal proceso de tres agentes de la PNC, quienes las sometieron a un arresto sin explicarles el motivo; minutos antes habían sido víctimas de un vecino que las agredió.

Entraron a la fuerza a su casa, les doblaron la mano para colocarle las esposas, las arrestaron y las llevaron en una patrulla donde recibieron golpes por parte de tres policías que jamás les dieron las razones por las cuales iban detenidas. Esas son algunas de las cosas que tuvieron que pasar dos mujeres que luego de un riña vecinal con un hombre las agrediera.
-¡Vieja hija de puta!, le gritó un policía con un tono arrogante a Celeste y a María durante el procedimiento que ahora denuncian.
Según el testimonio de María y Celeste, todo ocurrió el 28 de abril pasado a eso de las 6:30 de la tarde. Las mujeres relataron a El Salvador Times que se trató de un mal procedimiento en el que -según ellas- fueron víctimas de abuso de autoridad por parte de tres uniformados.
Eran las 6:30 de la tarde cuando fueron arrestadas dentro de su pequeña casa en una de populosa colonia de San Salvador. María y su hija Celeste estaban ese día con sus manos esposadas en la misma casa en la que han vivido por mucho tiempo.
"Ingresaron con violencia, abrieron la puerta y nos golpearon. Tenemos jalones de cabellos y nos doblaron la mano mientras nos ponían las esposas", relató María mientras enumeraba lo que pasó esa noche.
Para María y Celeste (sus nombres han sido modificados por motivos de seguridad) tienen en su mente cada segundo de lo que vivieron.
El carro de juguete que ocasionó el problema
Ese día María no trabajó. Se dedicó a realizar los quehaceres de la casa junto a su madre mientras su hijo jugaba frente a su casa con un carro de juguete; entrada la tarde, salió a una panadería en el mismo pasaje para comprar el pan para la cena.
Según el relato de María, cuando regresó vio que a su hijo se le fue el carro hacia el portón de un vecino, Roberto, quien estaba saliendo; según contó a El Salvador Times, el hombre tomó al niño y lo lanzó al piso, provocándole un golpe en la rodilla.
Ella, evidentemente molesta, se fue contra Roberto y lo atacó con uñas y dientes; “no me iba a quedar sin nada que hacer. No iba a esperar a que llegara la policía”, exclamó María.
La mujer denunció que durante la pelea con el vecino, él aprovechó a manosearla.
Celeste desde el interior de la casa escuchó lo que estaba pasando y salió para defender a su hija y su nieto. En ese momento también se sumó al pleito la esposa de Roberto. La riña duró varios minutos.
Los vecinos llamaron a la subdelegación de policía del lugar mientras que las dos mujeres llamaron al 911. No esperaron tanto para que llegarán los agentes de la localidad.
María señaló que cuando los policías llegaron se fueron directamente hacia la casa de su vecino. No le preguntaron nada.
Pasó poco tiempo para que los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) llegaran y de forma violenta abrieran la puerta de su casa arremetiendo en contra de las dos mujeres. María comentó que los policías no le dijeron ni siquiera los motivos por los cuales ellas eran arrestadas. “Al agresor ni lo tocaron, pero a nosotras nos agarraron como si fuéramos criminales”, señaló fastidiada.
María explicó que el vecino es amigo de los agentes policiales de la subdelegación del lugar y que por eso el arresto no fue del todo transparente ya que quien había comenzado la pelea había sido él. “Nos sacaron (de la casa) esposadas, ni a los pandilleros los sacan así”, reclamó María.
-¡Hacé que esta hija de puta respete a la autoridad!, gritó el vecino de María mientras le colocaban las esposas. Ella se sentía impotente y que el mundo se le venía abajo.
Según el relato de las supuestas víctimas, fueron detenidas y subidas a un carro patrulla que las llevaría hacías las bartolinas. Cuando llegaron al lugar, María señaló que los datos que dieron los policías eran diferentes a lo que había ocurrido dentro de su casa. Ella apuntó que el reporte policial describía que una policía había efectuado el arresto, sin embargo, el procedimiento fue realizado solo por hombres.
En bartolinas durante tres días
María y Celeste fueron detenidas bajo el delito de resistencia al arresto y agresión física en contra de su vecino. “No me explico por qué la ley es así, lo único que hice fue defender a mi hijo”, se preguntó María.
Madre e hija relataron que en las bartolinas convivieron con mujeres pandilleras y que en algún momento sintieron que su vida podía correr peligro por estar ahí.
Pasaron los tres días y fueron puestas en libertad con medidas sustitutivas. María, al igual que su madre, no pueden acercase a su vecino ya que cualquier altercado podría devolverlas a prisión.
Aunque afirmaron que sienten impotencia y creen que fueron detenidas injustamente, las dos mujeres aclararon que no han procedido contra los policías ni contra su vecino y de momento no han denunciado el caso ante la misma Policía ni ante la Fiscalía.