Una empresa constructora obtuvo más de $5,000,000 luego de estafar a ocho instituciones financieras a las cuales vendió "quedan" (facturas cambiarias) falsos. Entre las afectadas se encuentra el banco Davivienda, quien acusó a un empleado del Ministerio de Educación (Mined) por el delito de estafa agravada, ya que según el banco habría sido el encargado de validar dichos documentos.

De acuerdo al expediente judicial, el representante de la empresa constructora Sánchez Velásquez S.A. de C.V., identificado como Mauricio Sánchez Velásquez, abandonó el país junto a su familia en 2015, después de haber vendido los "quedan" con firmas y sellos adulterados.

Tras la estafa, Davivienda interpuso una demanda en contra de José Cruz Cortez Alvarado, de 53 años, quien trabajaba para el Mined, a quien acusó de extender dichos documentos a favor de Sánchez Velásquez S.A., y los cuales posteriormente le habrían sido vendidos al banco.

El monto de los mismos ascendía a $344,750 y originalmente habrían sido otorgados en concepto de pago por servicios de remodelación de cuatro centros escolares ubicados en Santo Tomás, San Miguel, Soyapango y El Rosario, Cuscatlán. 

Cruz Cortez se desempeñaba como técnico 1 del Mined y su trabajo consistía en recibir, revisar y trasladar expedientes de pago para proveedores, una función de ventanilla; es decir que era quien entregaba los "quedan" que se elaboran a través de un programa computarizado, de acuerdo a uno de los testigos del ministerio público.

La denuncia fue interpuesta el 6 de julio de 2015 y Cruz Cortez fue detenido en noviembre de ese mismo año y enviado al penal La Esperanza, mejor conocido como Mariona, donde ha estado detenido desde entonces mientras se desarrollan varios procesos en su contra.

Representantes de Davivienda acudieron al Mined donde fueron notificados que la institución no había emitido dichos documentos y que estos eran falsos, lo cual fue corroborado a través de la numeración que aparecía en ellos. De igual forma se comprobó que tales proyectos no habían sido otorgados a la sociedad Sánchez Velásquez S.A. de C.V. ya que los mismos habían sido financiados a través de un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Asimismo, Davivienda fue notificada que la sociedad Sánchez Velásquez había cerrado su local comercial. Empleados del banco fueron enviados, además, a las instalaciones de la empresa en la colonia Miramonte, donde un vigilante les informó que días atrás habían sido desalojadas. De igual forma acudieron a la vivienda de Mauricio Sánchez Velásquez, donde una empleada les infomó que tanto él como su grupo familiar habían abandonado el país.

Con una trayectoria de 20 años en el mercado de la construcción y gracias a su buen récord crediticio, la sociedad Sánchez Velásquez S.A. de C.V. ganó varios contratos con diversas carteras del Estado en años anteriores, lo que le permitió ser catalogada como cliente preferencial en diversas entidades bancarias. Esos antecedentes le valieron para que varias instituciones no dudaran de la autenticidad de los quedan que vendían.

La Fiscalía no solicitó peritajes a los sellos y la firma de los quedan obtenidos por Davivienda, por lo que el juez Tercero de Sentencia indicó que no habían elementos probatorios para emitir una resolución en contra del empleado del Mined.

Por tal razón, Cruz Cortez fue absuelto del delito de estafa contra Davivienda; sin embargo aún enfrenta otros dos procesos similares por parte de otras instituciones financieras: uno por un monto de $800,000 y otro por $300,000. En estos casos, Sánchez Velásquez S.A. también vendió quedan falsos del Mined, en los cuales aparece el nombre de Cruz Cortez.