Un sujeto fracturó las manos de su esposa con una barra de hierro, al parecer molesto porque se le había extraviado un ave de corral. Luego de conocer el caso, el Juzgado 5° de Instrucción ordenó auto de apertura a juicio contra el acusado.

El hombre fue identificado como Antolín A., de 61 años de edad por el delito de lesiones graves agravadas en perjuicio de B. Ortiz de 42.

La mujer asegura que al observar molesto a su pareja le dijo que el ave estaba adentro de la casa, pero él no escuchó y comenzó a ofenderla, a darle puntapiés y finalmente a golpearla con un corvo.

En ese momento, Antolín A. agarró una barra de hierro para golpearla en la cabeza, pero la víctima logró poner sus brazos para protegerse.

Herida, el sujeto puso a la mujer en una habitación bajo llave, donde pasó dos días, sin poder tener atención médica, a pesar de las lesiones. Fue hasta que uno de los hijos de ella se enteró de la golpiza y llegó a auxiliarla.

En la evaluación que le practicó medicina legal el 22 de noviembre de 2010, dictaminaron que tenía múltiples cicatrices y traumas antiguos en cara, boca, pecho, espalda y las fracturas óseas producto de la golpiza sufrida.

Desde entonces, el sujeto permaneció prófugo y se le declaró rebelde, porque no acudió a ningún llamado judicial. Posteriormente, se giró orden de captura y la PNC logró capturarlo el pasado 12 de enero.

Las acusaciones surgen de las investigaciones de la Fiscalía, quien deberá comprobar ante el tribunal si son ciertas o no. Por el momento, los acusados son inocentes de acuerdo al derecho que les confiere la Constitución llamado presunción de inocencia, que indica que nadie es culpable hasta que es vencido en juicio.