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Sucesos - Ninguna pista de ella

Este es el calvario de un hombre que lleva más de un año buscando a su hija a quien la Policía ya da por muerta

Según lo señalado por investigadores, la principal tarea que tienen es de encontrar el lugar en donde la joven estudiante fue enterrada tras haber sido asesinada.

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Este es el calvario de un hombre que lleva más de un año buscando a su hija a quien la Policía ya da por muerta

A punto de cumplirse un año y tres meses de la desaparición de una universitaria en Soyapango, su familia no pierde la esperanza de encontrar a su ser querido de quien no tienen ninguna pista sobre lo que le pudo haber ocurrido cuando salió rumbo al centro comercial Plaza Mundo.

A diario, el padre de Mirella Astrid Orellana Durán madruga para trabajar como motorista en una ruta de buses que circula en el oriente del país y asegura que en su mente siempre tiene presente a la joven de 21 años a quien vieron por última vez el 20 de enero de 2018.

Desde esa fecha, la vida de este hombre cambió radicalmente y la tragedia que los rodea incluso lo ha llevado a pensar en volver con la madre de la joven desaparecida. Esto pese a tener un nuevo hogar.

El padre de la joven señala que lo vivido ha sido muy impactante y reprocha a las autoridades que no se tengan pistas del paradero de la universitaria, que en el peor de los casos, según la familia, podría estar enterrada.

"Todo este tiempo sin saber nada de mi hija ha sido un calvario, duro, terrible, desgastante. Es algo que no se le desea a nadie", expresó con un nudo en la garganta y voz entrecortada el angustiado padre de familia.

La familia Orellana muestra su pesimismo en el caso debido a que incluso los investigadores que trabajan en el caso le han recomendado que se resignen ya que todo indica que la joven está muerta.

Luego de la desaparición de su hija, este hombre lamenta que, por sus responsabilidades laborales y con su otra pareja, haberle dedicado poco tiempo para conocer la forma de pensar de su hija.

"Hay que tener mucha comunicación con los hijos, yo como padre fallé en ese aspecto y vivía sólo en mi trabajo y no le presté mucha atención", aconsejó el doliente quien también remarcó que los hijos tienden a tomar algunos concejos como regaños.

El sueño de verla graduarse como contadora

Otro de los pensamientos que este padre tiene durante buena parte del día es el de ver a su hija graduada de contaduría, carrera que cursaba en la universidad a la que asistía.

La joven le había prometido a él que tras su graduación y con sus primeros salarios le iba a comprar un vehículo particular o un microbús para que trabajara en el y dejará de manejar buses.

Sobre la madre de la joven, su estado emocional es más frágil ya que tiene presente la última vez que vio a su hija a la salida de la vivienda en la que residen.

"Se me olvidó darte un besito. Mami este besito te lo voy a dar en el lunar y hoy te va a durar más", señaló la joven universitaria.

Al recordar con nostalgia esa situación, la madre de la universitaria desaparecida se pone a temblar y llora. "Ella no domina sus emociones y a raíz de eso, la tendré que llevar a consulta con un psicólogo".

"La madre de mi hija está desecha y destruida por dentro. Desde la desaparición de nuestra hija ya no fue lo mismo, hay un gran dolor".

De momento, la Policía y la Fiscalía le han dicho a Armando que el caso está abierto y que se sigue investigando pero no le pueden dar más información por seguridad.

Imagen de Mirella Astrid Orellana Durán, de 21 años de edad, desaparecida desde el 20 enero del 2018.

Mirella

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