Un sujeto le vendió tres vehículos con reporte de robo a un hombre que se dedica a vender automotores. Cuando los nuevos dueños intentaron registrarlos a su nombre en Sertracen se dieron cuenta que las tarjetas de identificación eran falsas.

Todo comenzó en agosto de 2011, cuando un amigo de Mario Mejía le presentó a José Domínguez en un restaurante comida rápida. Ambos se dedicaban a la venta de vehículos, por lo que pensó que podrían entablar una buena relación laboral. “Es un hombre de confianza”, le dijo su amigo.

La idea era que Domínguez le vendiera vehículos a Mejía y este los fuera colocando en el mercado. “Mirá, hermano, yo soy un hombre derecho, quiero que trabajemos de la mano”, le propuso.

Mejía aceptó y ese mismo día acordaron que le compraría un Mazda Tribut, gris, año 2003. Le pagó $4,000 y cerraron el trato.

El siguiente mes le compró otro vehículo, un Kia Rio, café, 2004 en $5,000. Luego, en noviembre hicieron negocio con un tercero: una camioneta, Kia Sedona, azul, año 2004. Esa la pagó en $5,200.

Mejía rápidamente pudo colocar los vehículos con sus nuevos dueños. El primero se lo vendió a Daniel Valle en $6,000 y la persona lo anduvo por tres meses sin notar problema. Sin embargo, al querer registrarlo a su nombre en Sertracen, le dijeron que la tarjeta de circulación era falsa.

Cuando el nuevo dueño le reclamó a Mejía este le llamó a Domínguez. “No hay problema mi hermano, traémelo y yo te devuelvo la plata que diste por ella”. Justamente eso hizo y aunque le devolvió el vehículo, nunca le dio el dinero. No pudo volver a contactar a Domínguez y se quedó sin el carro y sin el dinero.

Mejía al ver que Domínguez ya no respondía. Decidido buscar al cliente al que le había vendido el Kia Rio y le pidió que revisara en Sertracen. Efectivamente, el vehículo tenía restricciones activas. No tuvo más opción que devolverle el dinero.

El tercer vehículo se lo vendió a Fabián Yánez, por un monto de $5,500. Sin embargo, a los 15 días le informó que el vehículo no tenía registro, que ese número de placas pertenecía a otro vehículo y que la tarjeta era falsa. Mejía no tuvo más opción que devolver el dinero.

Decidió poner la denuncia y a la hora de que la Fiscalía realizó la investigación se dio cuenta que los tres automotores tenían reporte de robo activo.

Aunque Domínguez desapareció del mapa en un primer momento, una vez el caso se llevó a las instancias judiciales logró ser localizado y puesto frente a la justicia.

Por ahora, goza de medidas sustitutivas a la detención en lo que se realiza la vista pública en el Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador, quien tiene previsto realizarla el próximo 7 de agosto.

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