El entierro será el viernes

Hilda, la mujer que junto a su esposo puso una tienda con $600 y que murió de un derrame cerebral tras ser desalojados de El Espino

Imagen de la vela en la calle de la Villa Olimpica de Hilda de Romero, de 58 años.

Todo iba normal en su familia, hasta que el pasado 16 de mayo junto a 76 familias más fueron desalojadas del inmueble que es propiedad privada. Eso trajo consigo la muerte de Hilda, un duro golpe para el entorno familiar de Montano.

Hilda Díaz de Romero, de 58 años de edad, puso junto a su esposo German Montano, de 54, con mucho esfuerzo una tienda con $600 cuando vivían en la finca El Espino; pero tras ser desalojados el pasado 16 de mayo, Hilda vio truncado sus sueños y un derrame cerebral que sufrió el pasado lunes le arrebató la vida en un instante. 

El Salvador Times conversó con Montano sobre la muerte de su esposa y el desalojo del que han sido parte. En medio de su frustración trae a su memoria mejores tiempos. Asegura que él vivió desde que nació en la finca El Espino, de Antiguo Cuscatlán, hace ya 54 años, por lo que cuando conoció a su compañera de vida no dudo en llevársela a vivir al mismo lugar. 

Recuerda, como si fuera ayer, ese mayo de 1986, cuando se llevó a Hilda, a ese mismo terreno, donde vivía con su madre. 

Tras esa unión de amor, tuvo dos hijas y un hijo y, posteriormente, nacieron tres nietos. El hogar estaba compuesto por ocho miembros, ya que posteriormente su madre falleció.

Recuerda que en la tienda que montó con su esposa en la casa donde vivían, ellos vendían cigarros, churros y gaseosas. "Yo invertí en la tienda y me dedicaba a trabajar, mientras que ella era la ama de casa y la que vendía", sostuvo.

Con la venta de la tienda iba sobreviviendo su familia y la ganancia que se tenía se iba invirtiendo en mercadería y así se mantenía.

Todo iba normal en su familia, hasta que el pasado 16 de mayo junto a 76 familias más fueron desalojadas del inmueble que es propiedad privada. Entonces la vida de esta familia se derrumbó. No solo perdieron su hogar, sino también su sostén económico. Eso trajo consigo la muerte de Hilda, un duro golpe para el entorno familiar de Montano.

Y es que sostiene que él ha sido una de las familias más afectadas. Asegura que nada puede compararse a la muerte de su compañera de vida. Según el dictamen forense, ella murió de un derrame cerebral parcial. Para él, la única razón tras de esto fue la depresión que le generó el desalojo del que han sido parte. 

"Esto es psicológico por todos los momentos difíciles que estamos pasando, no sólo yo, sino las otras familias pero he sido el más dañado por el momento. Ahora, la situación que nos está afectando aquí es que estamos durmiendo en una champa que hemos elaborado de carpeta que a las 8:00 de la mañana hay que salirse, sino uno se ahoga", detalló.

Ahora se encuentra en la Villa Olímpica, en Mejicanos, donde han construido provisionalmente una champa, la cual mide de cinco metros de ancho por siete de largo.

Funeral se ha hecho en la calle

Debido a la falta de recursos, el funeral de la mujer se ha hecho en la calle, en la zona donde están viviendo actualmente en la Villa Olímpica, y ha durado desde el lunes en que falleció Hilda hasta el jueves 14 de junio.

Comenta que por parte del Gobierno Central no han tenido ningún apoyo en los gastos fúnebres, aunque afirma que la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL) les ha prestado cuatro canopys para que no les caiga la lluvia a los dolientes, ni al ataúd, donde yace su mujer. 

Dichos canopys les fueron prestados hasta el viernes, día en que será enterrada la compañera de vida de Montano a las 2:00 de la tarde en el cementerio de Antiguo Cuscatlán.

En el caso de la caja fúnebre donde se colocó el cadáver, cuenta que le costó $550, de los cuales $300 los sacó de sus últimos ahorros y miembros de otra organización se le acercaron y le prometieron que le iban ayudar a pagar el restante.

Manifestó que por parte de un concejal de la comuna de Antiguo, le pidió la partida de defunción de la fallecida y le aseguró que iba a ayudarle para que no tuviera que pagar los $126 de impuestos para enterrarla en el cementerio municipal. 

Tierras fueron entregadas en Reforma Agraria

Montano se remonta a 1980 cuando José Napoleón Duarte, quien era en ese entonces el presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, realizó  la Reforma Agraria en la que se dijo que todas las tierras se le iban a quitar a los terratenientes y se les entregarían al campesinado para que fuesen ellos los que produzcan y vivan de ella.

Lamenta que ahora, 38 años después, se realicen preguntas del terreno y ellos tengan que entregar esas tierras en donde ellos estaban viviendo.

"Lo que veo ilegal es que después de 38 años si el Gobierno de la República en ese entonces nos otorgó las tierras a través de la Reforma Agraria, vienen hoy a realizar un desalojo ilegal, porque ya había un convenio anterior donde se había creado una mesa en donde participó el Gobierno, el viceministro de Vivienda, ministro de Obras Públicas y otras instituciones".

Todos ellos se habían comprometido en darles ciertas manzanas de terreno, donde iban a ver canchas de fútbol y básquetbol, escuela y parque recreativo y ellos pensaron que todo eso se iba a dar.

Caso judicial

La familia Montano junto al resto de sus vecinos resultaron afectados desde que fuera aplazada en dos ocasiones su expulsión. La primera vez ocurrió el 3 de junio de 2015, cuando el juez de Paz, José Palma, otorgó una prórroga de seis días a los supuestos usurpadores para abandonar la propiedad.

Posteriormente, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) admitió un amparo, suspendió el desalojo, pero el 9 de febrero de este 2018 resolvió que los habitantes de la comunidad debían ser desalojados en un plazo máximo de seis meses, que se vencieron el pasado mayo.

Desde el año 2014 ,todas estas familias han vivido con el temor de perder sus hogares, ya que fue en ese año que los propietarios de dos manzanas del caserío El Espino presentaron una demanda por invasión a la propiedad privada.

El 16 de mayo que fueron desalojadas las familias el abogado del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (IDHUCA), Arnau Baulenas, expuso que "el juez no permite que haya ningún abogado en representación de la Comunidad El Espino, ni nadie de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos". Sin embargo, ellos han seguido de cerca todo el caso. 

Por ahora, tanto la familia Montano como sus vecinos continúan en la Villa Olímpica a la espera de una solución habitacional, ahora en medio del luto que tendrán que sobrellevar.