Rubén M. fue condenado a 26 años de cárcel por violar a su hijastra. El violador aprovechó la ausencia en casa de su compañera de vida, quien estaba dando a luz un hijo de ambos en un hospital. 

La violación ocurrió en abril del 2021, en una zona rural de Chalchuapa, en Santa Ana. Rubén M. amenazó de muerte a la adolescente si le contaba a su madre lo sucedido.

Al regresar la madre del hospital, su hija le contó que había sido violada por Rubén M., pero ella no le creyó. La incredulidad de la mujer fue una puerta abierta para que el violador continuara abusando de su hijastra. Hasta que en noviembre del mismo año, la adolescente relató a su padre los vejámenes a los que era sometida por su padrastro.

El padre interpuso la denuncia ante la Policía y hasta entonces Rubén M. fue capturado y enfrentó el proceso judicial.

La vista pública fue realizada en el Juzgado Primero de Sentencia de Santa Ana, en donde el violador fue condenado a 26 de años de prisión al ser encontrado culpable de violación en menor o incapaz agravada, en la modalidad de delito continuado.