El viceministro de Salud, Eduardo Espinoza, dijo que el número de personas quemadas durante la temporada navideña de 2016 es mayor respecto a 2015, pese a que la costumbre de comprar pólvora para las celebraciones de medianoche pierden arraigo.

Este año hubo 72 personas quemadas, 46 fueron menores de 18 años, dijo, y agregó que entre los atendidos hubo dos niños menores de un año.

El funcionario detalló que la mayoría de afectados lo fueron por manipulación de morteros, silbadores, volcancitos y pólvora china, y que las víctimas se dieron sobre todo en San Salvador, Santa Ana, La Libertad y Cuscatlán.

Seis de los casos son quemaduras grado tres, es decir, que su condición es grave.

El periodo de monitoreo va del 23 al 29 de diciembre. En las mismas fechas, hubo 58 atendidos, durante 2015.

Autoridades lamentaron que este tipo de incidentes se da por la falta de supervisión de los adultos hacia los niños que manipulan pólvora. A causa de esta irresponsabilidad, 13 niños fueron ingresados al hospital Benjamín Bloom con lesiones en los ojos y manos.

De igual forma, señalaron que se ha detectado que algunos padres de familia llevan a sus hijos quemados a consultas tardías, lo que aumenta los riesgos. “Hemos detectado que llegan a consultar de dos a tres días después, y esto es más peligroso porque las lesiones ya están infectadas. Deben llevarlos inmediatamente para evitar esta situación”, recomendó Espinoza.