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Sucesos - FEMINICIDA

Jocelyn, la joven que compartió diez años de su vida con el supuesto homicida que la terminó descuartizando

El imputado tenía escondido el cuerpo dentro de la casa que compartían desde hace cinco años. En horas de la noche del jueves, Urbina regresó de su trabajo para deshacerse del cadáver en el río Acelhuate, del bario La Vega, en San Salvador.

Josselyn
Jocelyn, la joven que compartió diez años de su vida con el supuesto homicida que la terminó descuartizando

Después de varios días sin saber del paradero de su hija, su familia conoció este miércoles el atroz y cruel final de Jocelyn Abarca, de 26 años de edad. Las sospechas de su familia giraban alrededor de su actual compañero de vida, Ronald Urbina, un repartidor de agua embotellada con quien vivió por diez años.

Cuando Jocelyn conoció a Ronald nunca se imaginó que su vida terminaría en manos de ese hombre a quien ella en algún momento quiso y que él también dijo que quería. Ella apenas tenía 16 años cuando decidió tener una relación amorosa con Ronald, un hombre que era siete años mayor que ella, pero eso a él no le importaba.

Los días de amorío llegaron a convertirse en años, hasta que ambos decidieron acompañarse en la colonia Altos del Cerro, en Soyapango. Dentro de esas paredes, las cosas comenzaron a cambiar, pues Ronald ya no era el mismo, era más controlador, celoso y quería saber cada movimiento de la joven, según relató la familia a la Fiscalía Genera de la República.

Esto poco a poco iba deteriorando la relación. Ella logró egresar de la licenciatura de psicología y trabajaba como supervisora en un almacén de electrodomésticos, empleo que le permitía ser económicamente estable, mientras que Ronald trabajaba como repartidor de agua embotellada.

El sábado 30 de junio de 2018, Jocelyn decidió salir con sus amistades a departir y  pasarla bien. Era una noche agradable hasta que las llamadas al celular de ella comenzaron a llegar, según contaron testigos.

Era Ronald que luego de saber que estaba fuera de su casa comenzó  preguntarle dónde estaba, pero ella decidió solo contestarle algunas llamadas y mensajes. Al otro lado del celular estaba Ronald furioso y encolerizado.

Ella prefirió no regresar a la casa porque no era la primera vez que él se comportaba de forma violenta con ella, aseguraron las fuentes fiscales que investigan el caso.

A la mañana siguiente ella llegó a la casa, ya sabía que Ronald estaría esperando. Las discusiones comenzaron y siguieron en los días posteriores, relató la familia a las autoridades.  

Ya cansada de las constantes peleas, ella le dijo que ya no quería seguir en la relación porque no se sentía bien e incluso la joven terminó haciéndole la confesión a su madre, tal como lo publicó El Salvador Times cuando habló en exclusiva con la familia de Jocelyn. 

Ronald sintió que se le escapaba de las manos la joven a quien 10 años atrás había enamorado. Dentro de las discusiones, el hombre le pedía a su compañera que le explicara la razón por la cual quería separarse de él, cuenta la familia.

Él en una ocasión revisó el celular de su pareja y descubrió que ella le había mandado mensajes comprometedores a un hombre que había identificado como Luis Bonilla, que según el ahora detenido, dice que es un empleado de una agencia de cobros.

"Tengo conversaciones de él y ella, enviándose fotos desnuda con este tal Luis Bonilla", se justificó Urbina, ante los cuestionamientos de periodistas durante la presentación del supuesto homicida, quien se declaró en ese momento inocente tras su captura.

La desaparición 

La última persona que logró hablar con ella fue su madre quien desesperada y angustiada comenzó a buscarla sin tener respuesta. Fue el miércoles 4 de julio cuando Jocelyn le dijo a su madre que esta vez había tomado la decisión de separarse de Ronald y después de eso ya no supo más, contó a este medio. 

No era la primera vez, durante esa semana ella le decía lo mismo pero ella por alguna razón no lograba salir de la vivienda. “La última vez que pude hablar con ella por teléfono fue el miércoles, porque ya el día 5 mi hija solo me mandaba mensajes por WhatsApp y nunca me respondió ninguna llamada”, explicó la mamá a El Salvador Times.

Algo en el corazón de ella le decía que las cosas no estaban bien y que su hija estaba pasando por algo peor. Ella, por su parte, nunca dejó de escribirle mensajes al WhastsApp ni llamarle.

Sin embargo, estas no eran contestadas como normalmente Jocelyn lo hacía, señaló la Fiscalía. Algo no estaba bien por lo que le pidió que le enviara un mensajes de voz, ella necesitaba saber que estaba bien pero lo único que recibía era mensajes extraños, incuso hubo uno donde solo se escuchaba silencio.  

Ella nunca se imaginó que quien enviaba los mensajes era el propio compañero de vida. Según las autoridades, para no levantar sospechas tomó el celular de Jocelyn y se hizo pasar por ella. Pero incluso no solo a ella, sino también con compañeros de trabajo, la propia jefa de Jocelyn y una gran cantidad de personas que la buscaban. 

La angustia la llevó hasta la Fiscalía General de la República (FGR), donde ella pidió que le ayudaran a buscar a Jocelyn así como también en redes sociales con el objetivo de encontrar una pista sobre su hija desaparecida.

Jocelyn estaba muerta

Era la mañana del jueves. Urbina se alistó como todos los días, se colocó su uniforme, se puso sus botas y salió rumbo al trabajo como normalmente hacía, con la única diferencia que dentro de las cuatro paredes estaba el cuerpo ya sin vida de Jocelyn.

Horas antes estaba desesperado y envuelto en la locura por la rotura, tomó un cuchillo y comenzó a asesinarla.

Según las autoridades, el crimen pudo haberse perpetrado la noche del miércoles. Para encubrir el asesinato y para que nadie lograra entrar cambió el candado de su casa horas más tarde.

Con el celular en la mano, fue rumbo a su trabajo en San Marcos y mientras pasaba el día continuaba haciéndose pasar por ella con el objetivo de no preocupar más a sus familiares y amigos que constantemente preguntaban con ella. Ninguno de ellos supo que quien estaba detrás del celular era el ahora sospechoso de su muerte.

Las autoridades consideran que luego de retornar de su trabajo el imputado mutiló el cuerpo en seis partes y las metió en una cubeta blanca, un maletín y una bolsa. 

La Policía aún no ha precisado la forma exacta de cómo la cortó en trozos, pudo haber sido con el mismo cuchillo, con un hacha o incluso con una sierra. 

A través de las cámaras del sistema de emergencia del 911, se pudo determinar que Ronald en horas de la madrugada se condujo por el bulevar del Ejército y el bulevar Venezuela hasta la 17 avenida sur, en el barrio La Vega, donde sacó las parte del cadáver y posteriormente liberó el cuerpo en las orillas de la quebrada del río Acelhuate.

Minutos después se movilizó con el vehículo hacia una gasolinera sobre la 49 avenida, donde compró una bebida. Cuando el personal de la estación declaró, señaló que estaba nervioso al momento de pagar. Él regresó a su casa como si nada hubiese pasado a las 3:52 de la madrugada, donde se resguardo por unas horas.

El plan del ahora detenido era montar un evento que fuera creíble tanto para las autoridades como para sus familiares. Él interpuso una denuncia por la desaparición de su pareja, a quien dijo haber visto por última vez cuando tomó el Uber que la debía llevar rumbo a su trabajo. De esta manera el imputado intentó justificar que él andaba el carro propiedad de Abarca.

Las autoridades fiscales señalaron que al momento de interponer la denuncia Ronald se quedó a las afueras la FGR de La Sultana, en Antiguo Cuscatlán, donde vigilo a todas las personas que llegaban a declarar en el afán de encontrar a Jocelyn.

El viernes 6 de julio un cadáver de una mujer mutilado fue encontrado en el río. No tenía cabeza, por lo que fue difícil reconocerlo de inmediato. 

Fuentes policiales aseguraron que el cuerpo encontrado correspondía con las características de Jocelyn, pero no fue hasta el domingo que la familia llegó a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal (IML) que se dieron cuenta de que efectivamente se trataba de ella. Así las autoridades informaron a este medio que el cuerpo se trataba de Jocelyn.

Este martes, además, apareció una cabeza en la quebrada El Piro, en las cercanías de La Ceiba de Guadalupe que las autoridades creen que se trata de la joven, pues hay videos que muestra a Urbina en la zona. Sin embargo, falta la prueba de ADN que lo confirme. 

Pese a ello, los familiares se negaron a creer dicha información, pues se aferraban a la última esperanza. Mientras tanto, tanto la Fiscalía como la Policía guardaban silencio del caso para poder capturar a Urbina sin alertarlo, tal y como lo dijeron a este medio, eso fue parte de una estrategia para que el caso no se cayera. 

Finalmente, este miércoles en conferencia de prensa se dieron todos los detalles del crimen de Jocelyn y se dieron a conocer detalles de la vida de maltrato físico, sicológico y verbal que vivió junto a Urbina, mientras ella guardó silencio. 

El sujeto ahora enfrentará la justicia, pues es acusado de feminicidio agravado.  

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