Hasta julio 151 policías renunciaron y en su mayoría para emigrar hacia Estados Unidos

La información surge cuando las pandillas han aumentado ataques armados contra elementos policiales y han asesinado a siete policías en la última semana. 

En los primeros siete meses del año, 151 miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) renunciaron a sus puestos y otro tanto pidió permisos sin goce de sueldo, en su mayoría para emigrar hacia los Estados Unidos, según datos estadísticos de la Unidad de Acceso a la Información Pública de la corporación.

Una de las principales razones por las que los agentes tienden a renunciar o abandonar sus labores es por la situación de violencia criminal de las pandillas de las que son blanco ellos como sus familias, así lo confirmó una fuente policial que destacó que solo ayer más de 25 agentes presentaron solicitudes de permisos sin goce de sueldo para intentar abandonar el país. Por su parte, el director general, Howard Cotto, desvirtuó dicha información.

"Esa es una información falsa de la que hemos tenido una renuncia masiva o salida masiva de los miembros de la institución", manifestó Cotto.

El personal se decepciona de la situación, así que ven mejor renunciar y buscan emigrar a Estados Unidos

La mayoría de renuncias que registra la PNC provienen de elementos destacados en puestos rurales y de comunidades donde hay mayor incidencia delincuencial. Un total de 148 renuncias fueron presentadas por agentes, dos por parte de sargentos y solo una provino de un cabo entre enero y julio de 2016.

Mientras que la opinión de un agente policial es que "el personal se decepciona de la situación, así que ven mejor renunciar y buscan emigrar a Estados Unidos", dijo, a la vez que añadió que aunque no se encuentra en el área de intervención -donde están más expuestos a los ataques de pandilleros- ha meditado en reiteradas ocasiones hacer lo mismo para proteger a su familia.

En tan solo nueve días de noviembre se registraron 7 policías asesinados a manos de pandilleros, y según el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde, fue como una reacción a las medidas que el gobierno ha ordenado para combatir a los grupos criminales.

Según Cotto, la Policía ya ha tomado un plan de contingencia para evitar que el plan de las maras de atentar contra los uniformados funcione. Una de las acciones es que se ponga especial atención a "toda información concreta que obtenga el sistema de inteligencia sobre posibles ataques a miembros de la corporación, es decir detalles como lugar o persona dentro de la institución que podrían ser atacadas, para nosotros alertar y tomar medidas de protección", detalló.

Otra situación que es importante destacar es que entre septiembre y octubre el blanco de los pandilleros fueron los familiares de los policías. En este periodo se reportó el asesinato de madres, padres, hermanos e hijos de miembros de la corporación ejecutados por mareros.