"Extraño sus llamadas y mensajes diarios", dice madre de joven que soñaba con ser anestesista y murió por imprudencia de un amigo

A más de dos semanas de la trágica muerte de Gabriela Saravia, la universitaria que soñaba con convertirse en anestesista, su madre salió a aclarar una serie de puntos de la versión que se dio a conocer sobre su hija, quien aseguró no regresaba de un concierto y no estaba en estado de ebriedad.

La desconsolada madre se comunicó con El Salvador Times  para rectificar la versión brindada por agentes de la Policía y amigos, estos últimos destacaron aspectos de la vida de la joven quien murió debido a la imprudencia de un amigo a quien había conocido hace unos días.

“En estos momentos, extraño sus llamadas y mensajes diarios, hasta de madrugada por que la carrera de medicina es bien cansada y llena de desvelo”, confesó la mujer quien destacó los homenajes que se le rindieron a su hija previo al entierro.

“No había querido ver noticias, hasta este día y me ofende el concepto que se maneja sobre Gabriela. Solo puedo darle como ejemplo que ella llevaba cum honorifico en la Universidad de El Salvador y era muy estimada en los círculos sociales y religiosos de Sensuntepeque”, señaló la madre.

Respecto a la versión brindada por las autoridades que señaló que Saravia se encontraba en estado de ebriedad, la progenitora aclaró que “mi hija no tomaba, y eso se vio reflejado en la autopsia que le practicaron”.

La mujer responsabilizó del hecho, ocurrido en horas de la madrugada del 8 de noviembre, a “malas decisiones y ciertas personas que se dicen amistades”.  Al mismo tiempo, agregó que el caso está en vías de investigación.

La fiesta a la que Gaby no quería ir

Según lo que ha conocido, Gabriela regresaba de festejar el cumpleaños de una de sus amigas. Sobre el responsable del hecho, William Humberto Calderón, de 27 años, manifestó que no lo conocía.

“El individuo no era su amigo, ni estudiante de la UES, unas amistades se lo habían presentado hacía unos días”, explicó la madre.

La noche antes de la tragedia, Gabriela fue convencida por sus dos compañeras de pupilaje para asistir a una fiesta de cumpleaños. “En un primer momento, no aceptó, pero la convencieron para que fuera a desestresarse”, explicó la madre.

“Nuestra hija siempre ha sido una persona honorable, no era parrandera”, agregó la mujer, quien dice tener toda la información por el testimonio de una persona que residía en el lugar donde su hija vivía.

La madre de Saravia exige a las autoridades justicia por el caso de su hija, además, consideró que las leyes de tránsito del país deben de ser más severas no solo para conductores sino para otros implicados en este tipo de hechos. “En nuestro país existen leyes absurdas que deben ser revisadas y modificadas”, subrayó.