Después de conocerse la condena contra el cirujano Ángel Javier Lara Quiroa a 15 años en prisión por cometer diversas vejaciones en contra de una mujer italiana en la playa El Tunco, la mamá del procesado concedió una entrevista exclusiva a El Salvador Times, destacando algunos elementos del proceso y de la personalidad del joven.

Elizabeth Quiroa estuvo presente en las diligencias del proceso judicial en contra de su hijo desde noviembre del 2015 cuando fue capturado y a pesar del desenlace se mantiene firme en defender su inocencia.

Quiroa dice identificar algunas situaciones que califica como "inconsistencias", tales como el hecho de que su hijo fue capturado con una orden que estaba girada a nombre de otra persona, lo que según ella pudo originar la resistencia del joven al arresto.

Además, luego de su detención, las instituciones procedieron a un registro en la habitación en que se hospedaba, incautando una computadora en la que se descubrió, entre otras cosas, una conversación que el procesado sostuvo con una amiga que tenía en común con la víctima, Ilaria Silvestri.

En esa conversación, que tuvo un hilo conductor a lo largo de varios días, Lara demostraba que nunca salió del país y que estuvo comunicado con esta amiga para conocer el estado de salud de Silvestri a quien incluso le preguntaba si podía ir a verla al hospital. 

"Si Ángel Javier hubiera sido culpable, inmediatamente, hubiera abandonado el país; sin embargo, él permaneció allí. No se ocultó, no huyó, estuvo pendiente de saber cómo seguía la salud de la joven. Ese no es un comportamiento de alguien que quiere dañar a una persona", explicó.

La señora asegura que, desde que se decretó la reserva total del caso, los tribunales negaron el acceso al expediente a sus abogados; por otra parte, asegura que tampoco les permitieron hacer una solicitud para presentar una serie de pruebas que ayudarían a probar la inocencia de Lara. 

"No entiendo qué pasó; pero realmente, hay una serie de elementos que generan duda sobre la objetividad del proceso", explicó. 

Otro de los hallazgos que arrojó el registro de allanamiento fueron restos de belladona, sustancia que presuntamente fue administrada a Silvestri por Lara, pero que según Quiroa es una sustancia que se encuentra en farmacias de medicina tradicional y alternativa; no obstante, las referencias bibliográficas también arrojan que es una planta venenosa, capaz de provocar estados de coma o muerte si es mal administrada. 

La guatemalteca es incapaz de creer que su hijo haya cometido esos delitos y asegura que "como madre, sé quién es mi hijo; lo sigo amando, respetando y valorando. Seguiré luchando porque se haga justicia", explicó.
Lara no tiene antecedentes policiales y siempre contó con un registro de notas escolares excelentes, lo que le valió para ser becado y graduarse de cirujano con honores.

Lara es el segundo de dos hijos y no es la persona a quien la Fiscalía acusa, ni quien los medios han descrito, dice esta guatemalteca. 

"Mi hijo no es un criminal, sino una buena persona que estuvo en el lugar y en el momento equivocado. Ha sido víctima de una injusticia. Creemos en Dios, sabemos que él exhibirá su justicia, le seguiremos apoyando y luchando hasta encontrarla", finalizó desde Guatemala.

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— ElSalvadorTIMES (@DiarioTIMES) 10 de junio de 2017