La Asociación de Colegios Privados manifestó su preocupación por el alto índice de deserción escolar registrado en lo que va del año y manifiestan que un gran porcentaje de los estudiantes están buscando otros países para formarse. Asimismo, piden al Ministerio de Educación (Mined) que analice esa situación para buscar soluciones inmediatas.

En lo que va del año 32,500 alumnos han abandonado sus estudios; es decir el 13% de los 250 mil inscritos en el sector privado. Aunque el porcentaje de deserción sigue siendo el mismo que el del año pasado, este dato mantiene inquietos a los docentes que buscan medidas para evitar más fugas de estudiantes.

De acuerdo a los datos de la Asociación, un buen porcentaje de los jóvenes que han abandonado las aulas han emigrado a otros países y tienen conocimiento que se han inscrito en colegios y escuelas de países vecinos.

Debido a que el panorama de la deserción es tan desalentador como en el 2015, cuando se registró el mismo porcentaje de abandono, la comunidad educativa del sector privado pide al Mined que analice la situación y proponga alternativas para contrarrestar la situación.

“El Ministerio debe evaluar la currícula de El Salvador y de países de como Nicaragua y Costa Rica, que son dos de los países donde tenemos conocimiento han migrado muchos de nuestros estudiantes”, explicó el presidente de la asociación, Javier Hernández.

La información de la Asociación detalla que muchos colegios han mejorado sus ofertas académicas para estimular el aumento de matrículas en este año, además de mantener a los jóvenes enfocados a sus estudios.

“Que no haya aumentado el índice de deserción no es tranquilidad para nosotros porque no lo hemos podido bajar pese a los esfuerzos que se han realizado”, sostuvo Hernández.

Asimismo hizo ver que las causas de deserción son la inseguridad en los alrededores de los centros educativos, de las viviendas de los estudiantes y -no con menos importancia- la situación económica de las familias.

“Hay muchos estudiantes que pese a que tienen becas totales o parciales tienen dificultades económicas para seguir estudiando”, explicó y añadió que aunque hay pocas posibilidades de que los jóvenes obtengan trabajos formales, muchos se someten a realizar alguna labor remunerada para ayudar económicamente a sus familias.

El nivel de educación media es el más afectado, según Hernández, porque son los jóvenes que están más próximos a cumplir la mayoría de edad y tienen mayores capacidades para realizar algunas tareas remuneradas.

Con base a ese panorama, el 80% de las instituciones decidió que no van a incrementar los costos de la oferta académica para el próximo año; no obstante hay un 20% que consideró aumentar la matriculas del 2017.