El próximo 29 de marzo se cumplirá un año y dos meses desde que fuera asesinado Walter Osmir Vásquez Jiménez, sacerdote de la parroquia de San Buenaventura y Mercedes Umaña (Usulután) sin que hasta el momento las autoridades de seguridad pública hayan logrado esclarecer el hecho.

El homicidio ocurrió un 29 de marzo de 2018 (Jueves Santo) cuando el vehículo en que viajaba  Jiménez fuera interceptado por sujetos armados en calle del cantón Las Ventas, en Lolotique, San Miguel.

En esa ocasión, las autoridades informaron que al menos tres sujetos que se conducían en una camioneta dieron alcance al vehículo donde se transportaba el religioso.

Los atacantes, cubiertos del rostro y bien armados, despojaron de sus pertenencias al religioso y a sus acompañantes.

Luego, el sacerdote fue separado del resto de personas y llevado a un lugar aparte donde le dispararon.

Aún con vida, pero lesionado, el padre Jiménez intentó huir de sus atacantes.

Las pistas recolectadas en la escena indicaron a la Policía que el religioso logró correr una distancia de más de unos diez metros, sin embargo, fue alcanzado y acribillado por los asesinos.

Mayo de 2018, primer llamado del arzobispo

A más de un mes del homicidio, el arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, reclamó a las autoridades de seguridad pública los pocos resultados de las investigaciones en torno al caso.

“Ha pasado mes y medio y no se ha esclarecido su muerte”, reclamó Escobar Alas durante la conferencia de prensa luego de la homilía.

También exigió a las autoridades a no permitir que la muerte del párroco quede en la impunidad.

“Hacemos un llamado a las autoridades para que se haga justicia sobre tan abominable caso, que no quede impune para que no se repita”, fueron las palabras de Monseñor.

Abril de 2019, segundo llamado y sin resultados

El pasado 16 de abril, Escobar Alas reveló que aún no sabían nada de los resultados de las investigaciones respecto al crimen del padre Jiménez.

Ese mismo día, Monseñor dio lectura a un pronunciamiento en el que como Iglesia exigían nuevamente a las autoridades de seguridad resultados para esclarecer el hecho y hacer justicia.

"Preocupa porque entonces dónde queda el discurso contra la impunidad. ¿Sería este un crimen que se quedaría impune al igual que los anteriores? Esto se sumaría a la lista de obispos y sacerdotes asesinados durante el conflicto armado", recordó Alas.

La única información del caso que en su momento fue dada a conocer por el director de la PNC, Howard Cotto, fue para anunciar que descartaban el robo como posible móvil del crimen.

“Estamos absolutamente seguros de que fue un hecho planificado, no podemos descartar la hipótesis del robo, pero esta hipótesis va perdiendo fuerza”, dijo el jefe policial durante una entrevista televisiva en abril de 2018.