Los ilícitos encontrados en la última requisa realizada en el Centro Penal de Ciudad Barrios en el departamento de San Miguel donde fue encontrada una granada, celulares y un radio satelital entre otros objetos fueron ingresados en el centro en 2012 cuando fueron trasladados a ese lugar los principales cabecillas de la MS, según el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde. 

El periodo mencionado por el funcionario coincide con la gestación de la tregua, una estrategia negada por el Gobierno del entonces presidente Mauricio Funes y que otorgó privilegios a las pandillas a cambio de reducir el índice de homicidios.

En ese quinquenio, los cabecillas de la Mara Salvatrucha lograron ingresar ilícitos a ese centro penal hasta que "se convirtió en la principal base de operaciones de esa estructura", según el funcionario.

Durante ese tiempo, "los privados de libertad tenían una comunicación prácticamente libre y dirigieron muchas operaciones. Desde esa época, se llenó de ilícitos ese centro penal de forma que cuando los cabecillas retornaron al centro penal de Zacatecoluca todavía persistió dentro de esas instalaciones una gran cantidad de ilícitos", explicó Ramírez.

El ministro explicó que con la implantación de las medidas extraordinarias se han hecho esfuerzos por realizar requisas, pero reconoció que en el penal de Ciudad Barrios no se habían ejecutado en la totalidad del centro, sino más bien de manera "paulatina" y por sectores.

No obstante, el pasado viernes una granada explotó en ese centro penal, la cual dejó dos internos heridos de gravedad, por lo que las autoridades se vieron obligas a coordinar una requisa total, para verificar que en el centro no hubiese otra amenaza igual. Esta es la tercera vez que explota un artefacto en un centro penal durante la actual gestión.

La revisión fue ordenada de oficio por la Fiscalía General de la República (FGR), la cual coordinó con la PNC y la misma Dirección General de Centros Penales (DGCP) dando como resultado una granada, un arma de fuego, con 14 cartuchos, una radio satelital, celulares de última generación, paneles solares, una tablet, y $3,158 en efectivo.

Pese a que el riesgo de un nuevo ataque se confirmó al encontrar otro explosivo el ministro de Justicia lo desmerito al señalar que el objeto no es una explosivo "verdadero", debido a que no contenía el material explosivo para que pudiera detonar y que más bien es un aparato que se utiliza en los entrenamientos aunque no detalló de que institución.

Entre los hallazgos, la Fiscalía reveló que se encontró un celular reciente y de alta gama, que seguramente ingresó entre 2016 y 2017.

"Serán las investigaciones las que determinarán si tenemos aún estructuras formadas o si existe colaboración de miembros de la instituciones ", dijo el ministro.