El incremento de homicidios de policías registrado este mes forma parte de un plan ejecutado por las pandillas con el objetivo de ejercer presión al gobierno y conseguir que se reduzcan las medidas extraordinarias con dichos grupos delincuenciales dentro y fuera de los centros penitenciarios. Así lo dio a conocer el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, quien sostiene que a pesar de los constantes ataques la corporación policial no darán tregua a la delincuencia.

En los primeros días de noviembre se reportan siete policías asesinados en diferentes puntos del país, cuyos homicidios son atribuidos a las pandillas. Este miércoles un grupo de terroristas emboscó y asesinó a un agente en una zona rural del municipio de San Juan Opico, en La Libertad. 

En horas de la noche, un nuevo enfrentamiento entre pandilleros y agentes de la Fuerza de Reacción Territorial (FIRT) de la PNC,  se registró en la misma zona. En este combate, no se reportaron bajas por parte de la corporación policial.

“Tenemos claro que lo que buscan es intimidar y tratar de forzar al Estado para que accedan a ciertos beneficios  o a tomar decisiones que en alguna manera les favorezcan, pero tenemos claro que no lo van lograr”, aseguró Ramírez Landaverde.

Desde el pasado mes de abril, el Gobierno implementó un paquete de medidas extraordinarias para combatir a las pandillas con el cual se han recrudecido los controles de los centros penales, así como el aumento de capturas de pandilleros que operan en diferentes comunidades.

En el cumplimiento de las tareas que las medidas requieren, los policías se han enfrentado a grupos de pandilleros fuertemente armados que se resisten a su captura; en ellos han muerto más de 300 pandilleros.

En respuesta a esa “cruzada” contra las pandillas como lo llamó el vicepresidente Óscar Ortiz, los pandilleros echaron a andar el plan de atacar a los miembros de la PNC e incluso a miembros de los tribunales y a la población general.

Ramírez Landaverde explicó que los 40 policías que han sido ejecutados por las pandillas en lo que va del año han sido víctimas por ser miembros de la corporación y no por su carácter individual, convirtiéndose en “una reacción criminal ante el trabajo que realiza la PNC".

Aunque este año se  registra una reducción en el número de agentes asesinados, el ministro aceptó que esa situación es la que vive la Policía desde el 2013 cuando las pandillas iniciaron los ataques contra oficiales.

“La PNC enfrenta esta situación de manera sacrificada y dolorosa en este periodo; pero lo está haciendo con fuerza, contundencia y mucho profesionalismo”, destacó.

No obstante, los policías no son el único blanco de las pandillas pues en los primeros ocho días del mes se han reportado 107 homicidios. Solo el martes de registraron 19 homicidios, dando un promedio diario de 13 personas asesinadas a manos de los antisociales.

“El gobierno ha sido claro que no vamos a retroceder en las medidas adoptadas”, remarcó el titular de seguridad, quien aprovechó para dirigirse a la población para pedirles el apoyo para los policías, quienes exponen su vida para llevar tranquilidad a las familias salvadoreñas.