Pese a que en su familia no se tenía el ADN de los bomberos, un hombre se inspiró en un vecino para enrolarse a las filas de la institución en la que forma parte desde hace 33 años y que lo ha marcado con anécdotas y vivencias personales.

Moisés Alejandro Flores, de 50 años de edad, llegó al cuartel central de Bomberos de El Salvador en 1986, su primer gran prueba fue el devastador terremoto que sacudió el país y derrumbó importantes edificios de San Salvador.

En esa época, Flores tenía como vecino a un bombero al que lo miraba cuando salía uniformado a trabajar y recordó que hasta cierto punto lo admiraba por el lugar donde laboraba, algo que lo motivaba a preguntarle sobre la institución.

Notando el entusiasmo que tenía el joven de 18 años, su vecino lo llevó a Bomberos para que se sometiera a las pruebas y optar por una plaza vacante, las cuales superó con facilidad.

Fue a partir de ese momento que aprendió que para ser bombero se necesita de voluntad, espíritu de servicio, pero sobre todo estar bien físicamente porque el trabajo no es fácil sobre todo cuando se presentan emergencias.

"Para mi, el Cuerpo de Bomberos es una institución valiosa porque auxiliamos a las personas que lo necesitan, ayudamos al pueblo salvadoreño. Soy una persona servicial, tengo coraje, valentía y hago el trabajo que me corresponde", expresó de manera sincera.

Los sacrificios y anécdotas

Uno de los principales sacrificios que este héroe realiza es el tiempo con su familia ya que los turnos de 48 horas le han impedido estar presentes en fechas importantes como la celebración de Navidad.

Según comentó, durante las primeras festividades que trabajó en turnos de este tipo la nostalgia ya que dejaba a su mujer y sus dos hijas, una situación que lo resentía pero que con el tiempo se fue adaptando y acostumbrando.

Algo que compensa sus ausencias es su misma familia que siempre lo ha apoyado en el trabajo que también conlleva mucho riesgo, especialmente en los rescates que ejecuta.

"He rescatado a personas en accidentes de tránsito y he atendido muchos incendios que es difícil poderlos cuantificar", remarcó este bombero quien tiene presente varios de estos.

Al consultarle sobre anécdotas que lleva grabada en su mente inmediatamente hizo referencia al caso de un niño de 18 meses quien cayó a una fosa séptica de 10 metros de profundidad en San Salvador.

"Pensé, cómo es que el niño pudo caminar hasta la letrina y cayó en la fosa séptica sin que nadie lo viera. Tuvimos que trabajar y hacer un agujero bastante amplio para poder rescatar".

Recomendaciones para las fiestas

Aprovechando las celebraciones por el Día Nacional del Bombero, Flores aprovechó para pedir a la población en general que no se expongan al peligro y que acaten las recomendaciones que las diferentes instituciones de socorro realizan.

"Decirle a la población que colabore con la prevención y que acaten las recomendaciones para evitar niños quemados y personas accidentadas durante las próximas fiestas", señaló.

Este miércoles 5 de diciembre se hará el acto de entrega de medallas de condecoración en el Cuartel Central de Bomberos en donde estarán presentes varias autoridades y Flores será uno de los condecorados por su trayectoria junto a otros de sus compañeros. Si existen los héroes y él es uno de ellos.