El coronel Inocente Orlando Montano compareció en España en la Audiencia Nacional y se desligó de haber participado o de haber tomado decisiones en la masacre a los sacerdotes jesuitas dentro de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (Uca) en noviembre de 1989, en la época del conflicto armado salvadoreño.

La Fiscalía de ese país busca una condena de 150 años de cárcel para Montano por su presunta participación en el hecho donde murieron Ignacio Ellacuría, otros cinco sacerdotes y dos mujeres.

El exmilitar se desligó de todas formas del suceso y dijo que cuando sucedió él estaba a cargo del viceministerio de Defensa y Seguridad y que tenía a su mando personal policial, no militar.

“Tuve la suerte de no haber sido considerado necesario para atestiguar, porque el delito lo cometieron soldados, no policías que eran los que dependían de mi persona”, relató en la audiencia en suelo español, según consignó la Deutsche Welle (DW).

Según el informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas, el crimen fue perpetrado por soldados del Batallón Atlacatl, que intentaron disfrazarse de guerrilleros, bajo órdenes del coronel Guillermo Benavides, otro integrante de “La Tandona”, al igual que Montano.

“Siempre pensé que había sido el FMLN el que había cometido el asesinato de los curas”, dijo.

Argumentó que la intención de las autoridades de ese momento era no hacerle daño a Ignacio Ellacuría, quien dijo era allegado del presidente Alfredo Cristiani.

“Ellacuría era una de las personas más allegadas al presidente y le ayudó mucho en la consecución de los Acuerdos de Paz”.

Incluso dijo que el golpe de estado al general Carlos Humberto Romero, en 1979 “fue producto de la influencia de Ellacuría”.

En la audiencia, se decidió que el próximo 7 de julio continúe el proceso.