Una mujer diagnosticada con esquizofrenia fue víctima de la intolerancia de unos empleados de una gasolinera quienes presuntamente le quemaron la espalda con agua hirviendo, lo que provocó serias lesiones. Junto a ella estaba su pareja quien también fue supuestamente atacado luego que ambos se resistieran a salir del parqueo de una estación de gasolina.

La mujer que fue identificada como Raquel Alvarenga, de 25 años, fue atendida por paramédicos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) quienes al ver la gravedad de las quemaduras la trasladaron de emergencia hacia el Hospital Nacional Zacamil.

En el nosocomio, fue ingresada de urgencia junto a su compañero debido a que presentaban quemaduras de 2° y 3° grado en la espalda, según el reporte médico.

Según los empleados del hospital Zacamil la mujer llegó temblando y en estado de shock.

Fue hasta el 5 de abril, después de 15 días en el nosocomio, que el departamento de Trabajo Social logró obtener información.

"Estabamos en la gasolinera -de San Juan Opico- sentados porque ahí había sombra y la mujer nos dijo que nos fuéramos y después de unos minutos nos echó agua hirviendo en la espalda", explicó la mujer.

La situación de Alvarenga es precaria y eso le imposibilita recibir un tratamiento médico que controle la inestabilidad emocional que le provoca su enfermedad.

"Los pacientes con esquizofrenia son variables en cuanto a su estado de ánimo y llegan a los extremos; es decir, que pueden ser muy violentos o muy pasivos. En el caso de Raquel, es muy introvertida", explicó la trabajadora social del nosocomio, quien prefirió no ser identificada.

En una entrevista en el nosocomio, la mujer comentó que el único problema que tenían ese día era que ella y su novio estaban "cansados" y tenían mucho calor; pero los empleados del negocio con tal de sacarlos para no "ahuyentar" a los clientes se salieron de control y le provocaron daños graves en su cuerpo. El hospital Zacamil ya ha notificado a la Fiscalía del hecho, se informó.

La mujer fue llevada donde su madre Lucía Flores en el cantón Talcualuya de municipio de San Juan Opico, La Libertad, luego de que Alvarenga revelara los datos.

La madre de la paciente confirmó que la situación económica es difícil, lo cual se puede comprobar en la casa de adobe y de piso de tierra en la que vive. De momento, la mujer está en casa de su madre, pero esta situación podría cambiar en los próximos días debido a que las posibilidades de su madre son escasas. "Ella se va por días", explicó Flores.