• Diario Digital | lunes, 29 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

Sucesos - Uno de los implicados fue absuelto

Mujer que ordenó el secuestro de su hermano fue asesinada por los mismos sicarios que contrató

La mujer contrató a un grupo de pandilleros para que secuestraran a su propio hermano a fin de exigir $150,000 por su liberación, pero estos los mataron a ambos, además del esposo e hijo de la mujer.

secuestro
Fotografía de referencia
Mujer que ordenó el secuestro de su hermano fue asesinada por los mismos sicarios que contrató

Una mujer ordenó el secuestro de su hermano a pandilleros y ambos fueron asesinados en el departamento de La Libertad. Diez años después del crimen, Walter Alexander C., uno de los supuestos implicados en el caso fue absuelto por el tribunal de sentencia de Santa Tecla, debido a la ausencia del principal testigo ofertado por la representación fiscal.

A mediados de enero de 2006, Margarita Irene Henríquez se comunicó con un miembro de la Mara Salvatrucha y le propuso un negocio: secuestrar a Carlos Roberto Medina, su hermano, a cambio de una fuerte suma de dinero. La mujer pretendía cobrar por el rescate $150,000 pero terminó pagando con su vida, la de su esposo e hijo haberse involucrado con los mareros.

La reunión para planificar el secuestro se llevó a cabo en la vivienda de Henríquez en la lotificación Calle Dorada de Sacacoyo, departamento de La Libertad. Sin embargo, antes de dar una respuesta a la mujer, el pandillero –ahora testigo criteriado- le señaló que “primero debía consultarlo con su jefe”. 

En horas de la noche, comunicó sobre “el negocio” a Carlos Escobar Rivera y José Sarmiento Díaz, en el punto de buses del cantón Ateos. Estos a su vez, le informaron sobre sus pretensiones a Saúl Antonio Turcios Ángel, alias "El Trece", uno de los principales cabecillas de la MS a nivel Nacional y cuyo aval necesitaban para cometer el delito.

Luego de conocer que por el "negocio" la mujer pedir hasta $150,000, Turcios Ángel dio su visto bueno y ordenó quiénes participarían, su función, y cuáles serían los vehículos y las armas a utilizar.

“Trece” coordinó a un grupo de 26 mareros para que participaran en el secuestro, entre estos Walter Alexander C., varios menores de edad y algunos reos de centros penales que fueron parte de la logística.

Una vez acordaba la función de cada uno, Henríquez tendió una trampa a su hermano y le pidió que acudiera a su vivienda en Sacacoyo, donde le pagaría cierta cantidad de dinero que le adeudaba.

Walter Alexander C., daría "seguridad" a la víctima y custodia a quienes recogieran el dinero.

Carlos Roberto Medina llegó confiado al lugar acordado el 4 de febrero de 2006 acompañado por su esposa e hijos. Unas horas después, los Medina fueron a cenar a una pupusería partiendo de la casa de Henríquez a bordo de un pick up Toyota Tacoma.

Una vez abandonaron la vivienda, a las 7:30 de la noche, seis sujetos que cubrían sus rostros con gorros pasamontañas y llevaban consigo fusiles, los interceptaron, robaron y se llevaron contra su voluntad a su objetivo. 

La víctima fue trasladada a una casa de cautiverio en la colonia Santa Rosa, del cantón Cinco Cedros, mientras que desde un centro penal German Ramos Martínez se comunicó con la esposa de Medina y le exigió medio millón de dólares a cambio de su libertad.

La mujer, quien ya había interpuesto la denuncia ante la Policía Nacional Civil (PNC), acordó con el sujeto la entrega de $25,000 pues dijo que no podía reunir lo que le exigían, pero pidió que devolvieran con vida a su esposo.

Sin embargo, un día antes de que se llevase a cabo el secuestro, Turcios Ángel se había comunicado con el testigo criteriado a quien le ordenó preparar unos agujeros para enterrar a la víctima, a su hermana y su familia.

Mientras el dinero del rescate era trasladado a las afueras de Quezaltepeque para ser entregado a los secuestradores, los delincuentes trasladaban a Medina del cantón Cinco Cedros hacia el caserío la Ranchería, de Joya de Cerén, de San Juan Opico, para ser entregado a Carlos Iván Quintanilla, quien sería el que lo mataría.

Una vez el dinero fue entregado a los delincuentes, Quintanilla asesinó a Medina con un machete y enterró su cuerpo.

Unos días después, el 14 de febrero de ese mismo año fueron localizados los cadáveres de Margarita Irene Henríquez, su esposo Héctor Mauricio Alvarado Ortiz y el hijo de ambos Francisco Javier, en un predio baldío de la lotificación Valle Verde de Jayaque.

Varios pandilleros fueron capturados por el crimen, y uno de ellos aceptó colaborar con las autoridades a cambio de beneficios judiciales. El sujeto se convirtió en testigo criteriado y gracias a él varios implicados fueron condenados. 

Sin embargo, Walter Alexander C., se mantuvo prófugo de la justicia hasta 2011 cuando fue capturado y condenado por el delito de extorsión. La fiscalía creyó tener la oportunidad para hundirlo en la cárcel pero ya había perdido comunicación con el testigo criteriado, de quien no se sabe si huyó del país “o si lo mataron”, por lo que nadie pudo atestiguar contra el marero.

Ante la falta de pruebas y testimonios, el tribunal de sentencia de Santa Tecla determinó que no existían suficientes elementos para condenarlo y finalmente lo absolvió de los delitos de secuestro y agrupaciones ilícitas. Walter Alexander C. ya volvió a las calles.

Comentarios